Hugo Mallo se defiende: "Continúo negando rotundamente los hechos que se me atribuyen"

El futbolista Hugo Mallo ha sido declarado culpable de abuso sexual este jueves por el Juzgado de lo Penal 19 de Barcelona. Con esta condena se consideran probados los tocamientos a una animadora del RCD Espanyol durante los actos previos al comienzo de un partido de Liga el 24 de abril de 2019.

La sanción impuesta contra el futbolista por estos hechos está generando mucha polémica, ya que es de 6.000 euros en concepto de multa y 1.000 de indemnización por daños morales con intereses, además del pago de las costas procesales incluida la acusación particular.

Tras conocerse la sentencia, el futbolista ha proclamado su inocencia a través de un post en sus redes sociales. Así, en su cuenta en Instagram Mallo señala:

"Después de recibir la notificación de la sentencia del Juzgado de lo Penal nº 19 de Barcelona, que me condena, me gustaría comunicar: Continúo negando rotundamente los hechos que se me atribuyen en la referida sentencia y comunico mi total desacuerdo con la argumentación de la misma. Por consiguiente, y una vez que concluya el análisis de dicha resolución, se procederá al recurso apropiado de Apelación ante la Audiencia Provincial de Barcelona. Ante las informaciones aparecidas, quiero resaltar que dicha sentencia recoge que mi tono en la declaración fue firme y ausente de toda contradicción, en la que reconocí que, al finalizar los saludos y dar la vuelta para dirigirme al centro del campo, mi mano pudo tocar la cintura de la periquita, negando absolutamente que se hubiera producido un tocamiento en los pechos de la periquita. Para finalizar comunicar que agotaré todas las instancias que sean necesarias para defender mi inocencia respecto a unos hechos sobre los que niego absolutamente cualquier autoría".

Hechos probados

El futbolista Hugo Mallo fue acusado acusado de abuso sexual por realizar tocamientos a una animadora del RCD Espanyol al inicio de un partido de Liga el 24 de abril de 2019.

Pese a haber negado los hechos en sede judicial, la sentencia considera hechos probados que "el acusado, sobre las 20:30 horas del día 24 de abril de 2019, siendo este jugador y capitán del Real Club Celta de Vigo, con ocasión del partido entre el Real Club Deportivo Español y el Real Club Celta de Vigo (...) en el momento de realizar los saludos tanto a los componentes del equipo contrario como a las dos personas que caracterizan las mascotas del equipo Español siendo estas un periquito y una periquita, al llegar a la altura de D.ª ****, disfrazada ésta de periquita, el acusado, con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual de la misma, le metió las manos por debajo del disfraz y le tocó los pechos, viéndose obligada Dª. **** a retroceder y apartar al acusado con la mano derecha".

"Una broma"

El que era el capitán del Celta de Vigo en aquel entonces negaba los hechos durante el juicio y creía que la acusación "era una broma", asegurando que durante el saludo con las mascotas él estaba centrado en el partido y que no se enteró de que la mujer lo había señalado hasta que, al día siguiente, los directivos del Celta se lo comunicaron durante un entrenamiento. "Le di la mano, como a todos", indicaba.

La víctima de los presuntos tocamientos, por su parte, que trabajaba en aquel momento como mascota del Espanyol, ha declarado que al inicio del partido, ella y su compañero, ataviados con disfraces de periquitos, se colocaron para recibir en fila a los jugadores del equipo contrario con un choque de manos, pero que Hugo Mallo le realizó tocamientos no consentidos.

"Esas manos no fueron a mis manos, sino a mis pechos" respondía a preguntas de Fiscalía. La denunciante ha explicado que la indumentaria que llevaba aquel día consistía en unas mallas y "una cabeza muy grande con una tela, una especie de babero de gasa con vuelo", espacio que, según ella, el jugador aprovechó para meter ambas manos y tocarle los pechos.

La víctima, que ha recordado que sintió "rabia y mucho asco", ha asegurado que no conocía de nada al jugador y que no supo quien era, por lo que decidió escribir un correo electrónico al club para poder identificarlo.