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Aquella tormenta perfecta celeste en San Mamés

En el año 2002 el Celta de Víctor Fernández ganó 1-6 en un partido casi perfecto

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El pasado año en San Mamés se vivió un auténtico partidazo entre Athletic y Celta que acabó 4-3 pero que tuvo un penalti fallado, varios palos y alguna ocasión clara para que el marcador fuese mayor. Fueron siete goles en un partido muy atractivo para el espectador neutral pero que, seguramente, no contentó demasiado ni a Valverde ni a Benítez en el aspecto defensivo. La mala suerte se cebó con el Celta que, como en La Cerámica en la tercera jornada, perdió 4-3 en el último minuto del añadido y de penalti.

Pero otro partido histórico del Celta en San Mamés, en el antiguo, también estuvo marcado por ese mismo número: el siete. Fue uno de los mejores partidos que hizo el Celta de Víctor Fernández y que acabó con una de esas goleadas tan inusuales como inolvidables. Fue el 24 de marzo de 2002. El Celta de Víctor llegaba a San Mamés en el quinto puesto con el Athletic que estaba 6º. Ambos empatados a 48 puntos y buscando afianzarse en puestos europeos. Aquel día el técnico maño apostó por Cavallero, Gallego Méndez, Cáceres, Sergio Fernández y Juanfran en defensa; Luccin y Vagner en el doble pivote. Gustavo López en la izquierda, Karpin en la derecha, Mostovoi de enganche y Catanha arriba.

Y el Celta realizó una de esas faenas absolutamente imborrables. Como el 7-0 al Benfica en Balaídos pero como visitante y en uno de los templos del fútbol español. El 1-6 que recordó aquel paso también por San Mamés del Barcelona de Cruyff que ganaba 0-6 con un Stoichkov estelar marcando cuatro goles.

El partido comenzó con un Celta neutralizando al Athletic de Jupp Heynckes y monopolizando el balón. Era el equipo que más proponía y que más llegaba. En el minuto 15 abría la lata Catanha que remata de cabeza una asistencia de Mostovoi. El Zar demostraba con su asistencia el guante que tenía en la pierna derecha. Tres minutos después Vagner realizaba un gran eslálom y lanzaba un derechazo que se metía por la escuadra. A los 18 minutos el Celta ganaba 0-2. Urzáiz metía al Athletic en el partido con un gol de instinto aprovechando un rechazo de Cavallero en el área pequeña. Era el 1-2 antes del descanso. Se metía por la vía del empuje el conjunto de Heynckes en el partido pero, lejos de ponerse nervioso, el Celta siguió a lo suyo. Víctor Fernández tenía claro que había que aprovechar los espacios que dejaría el rival en su búsqueda del empate. Y así fue. En el 63 Luccin lanza un disparo perfecto desde 35 metros que sorprende a Lafuente por bajo. Era el 1-3.

A partir de ahí el Celta fue un martillo pilón que creaba una y otra vez ocasiones. Y no tenía piedad del rival. A los cinco minutos Karpin remataba de cabeza otro escandaloso centro con mucha rosca de Mostovoi. Era el 1-4 a los 68 minutos. A los 75 llegaba el 1-5. Karpin mete desde cancha propia un pase maravilloso para dejar en ventaja a Jesuli. El de Triana se inventó una jugada que aplaudió San Mamés. Control casi de espaldas que acompañó con una ruleta marsellesa y un cambio de velocidad. Larrazabal salió a tapar el tiro pero lo sienta con una finta brutal y bate a Lafuente por bajo. Casi en una cadencia de cinco minutos el Celta machacaba al rival. Y así llegó, poco después, el sexto gol. Habían salido Doriva y Maurice en el 78 y, casi sin calentar, el propio Doriva metía un pase desde el centro del campo que dejó a Jesuli solo delante del portero. Paró Lafuente pero estaba Maurice con la caña para marcar el 1-6 con un certero zurdazo. San Mamés aplaudió a Karpin y a otros jugadores que dejaron el campo. A los 36 minutos muchos decidieron dejar San Mamés después de aquel día tan histórico para el Celta.

Pocas veces y pocos equipos han podido ganar un partido tan exigente con esa contundencia. Un partido para recordar.