TDAH en mujeres, una realidad silenciosa
En el marco de las II Jornadas Mujer y TDAH, organizadas por la Fundación María José Jove y el Instituto Gallego del TDAH (INGADA), se ha puesto sobre la mesa la importancia de visibilizar esta condición en mujeres
Celia Domínguez Mondragón, neuropsicóloga clínica y ponente en las Jornadas Mujer y TDAH, organizadas por la Fundación María José Jove, INGADA
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A Coruña
Muchas mujeres han recorrido un camino lleno de incertidumbres, buscando respuestas a desafíos internos que el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) les impone en su vida diaria.
En el marco de las II Jornadas Mujer y TDAH, organizadas por la Fundación María José Jove y el Instituto Gallego del TDAH (INGADA), se ha puesto sobre la mesa la importancia de visibilizar esta condición en mujeres. Estas jornadas se han convertido en un espacio crucial para compartir experiencias, derribar mitos y abordar la realidad del TDAH con perspectiva de género.
Un diagnóstico que llega tarde
A lo largo de estas jornadas, se ha hecho hincapié en cómo, a pesar del incremento de diagnósticos en general, el TDAH en mujeres sigue siendo subdiagnosticado. Tradicionalmente, la prevalencia en la infancia ha sido de una niña por cada tres niños, pero en la edad adulta se iguala, lo que evidencia un claro retraso en el diagnóstico en las niñas y adolescentes. Muchas mujeres no son conscientes de su condición hasta que alcanzan la adultez, lo que las lleva a acudir a consulta cuando ya se sienten desbordadas, buscando respuestas para su agotamiento, ansiedad o incluso depresión.
Este diagnóstico tardío no es solo una cuestión de desconocimiento, sino que está directamente relacionado con las diferencias en la manifestación de los síntomas entre hombres y mujeres. En niñas, por ejemplo, la hiperactividad se expresa de manera interna, lo que provoca que los signos de TDAH pasen desapercibidos.
Comorbilidades y desafíos adicionales
Uno de los temas abordados en las jornadas fue la alta comorbilidad entre el TDAH y otras patologías en mujeres. Alrededor del 90% de las mujeres con TDAH no diagnosticado presentan cuadros de ansiedad o depresión. Muchas veces, estas mujeres no son diagnosticadas por sus síntomas de TDAH, sino por los trastornos asociados, como trastornos alimenticios, consumo de sustancias o incluso trastornos de la personalidad, que se agravan en ausencia de un tratamiento adecuado para el TDAH.
Visibilizando el TDAH con perspectiva de género
Las jornadas también han puesto de relieve la importancia de abordar el TDAH con perspectiva de género. Las pruebas diagnósticas históricamente se han diseñado pensando en la manifestación masculina del trastorno, lo que ha perpetuado el infradiagnóstico en mujeres. Sin embargo, las mujeres manifiestan los síntomas de manera diferente. Su inquietud motriz, por ejemplo, tiende a ser más interna y menos visible que en los hombres, y su impulsividad se expresa de forma menos disruptiva. Además, se enfrentan a expectativas sociales que las llevan a intentar ocultar sus dificultades, lo que retrasa aún más el diagnóstico.
Las fortalezas del TDAH en mujeres
Además de abordar los desafíos, estas jornadas también han destacado las fortalezas que acompañan al TDAH. Entre ellas, el pensamiento divergente, la creatividad y la capacidad de hiperfoco, que les permite sumergirse profundamente en tareas que les apasionan. Estas características pueden ser una ventaja en el entorno laboral, donde cada vez más empresas valoran la creatividad y la capacidad para encontrar soluciones alternativas.
La influencia de los cambios hormonales
Otro de los temas abordados en las jornadas fue el impacto de los cambios hormonales en la manifestación del TDAH en mujeres. A diferencia de los hombres, las mujeres experimentan fluctuaciones hormonales que afectan directamente la liberación de dopamina, lo que hace que los síntomas del TDAH sean más fluctuantes a lo largo de la vida, especialmente durante la pubertad, el embarazo y la menopausia.
Abordaje Integral: Un tratamiento individualizado
En las II Jornadas Mujer y TDAH, también se destacó la importancia de un abordaje integral del trastorno. El tratamiento del TDAH en mujeres requiere una combinación de medicación, psicoeducación y apoyo familiar y social. La medicación puede ayudar a regular los neurotransmisores, pero es fundamental proporcionar a las mujeres herramientas para gestionar sus síntomas en la vida diaria y entender sus fortalezas.
El TDAH en mujeres es una realidad que ha permanecido en silencio durante demasiado tiempo. Gracias a iniciativas como las II Jornadas Mujer y TDAH de la Fundación María José Jove e INGADA, se está avanzando en la visibilización de esta condición y en la promoción de un diagnóstico precoz y adecuado para mejorar la calidad de vida de las mujeres que conviven con TDAH. Derribar los prejuicios, aumentar la formación en los profesionales de salud y entender las diferencias de género en la manifestación del trastorno son pasos clave hacia un futuro más inclusivo y comprensivo para todas ellas.