Victoria contra vento e marea... y Cordero
El Celta logra un triunfo espectacular pese a jugar con nueve casi 40 minutos
Vigo
Los celtistas se acordarán de aquel arbitraje de Díaz Vega en la 92-93 contra el Sevilla de Maradona que acabó con 1-2 y con Juric y Ratkovic expulsados. Pues hoy se ha repetido lo mismo pero con Cordero "Díaz" Vega como árbitro. Dos expulsados en dos minutos por dos faltas y dos protestas. No habrá destierro en Pasarón ni calcetinada negra como en aquella temporada 92-93 pero el partido nos recordó muchísimo a aquella pesadilla. El arbitraje de hoy con el Celta que es un equipo que no pierde tiempo ni con nueve sobre el campo, es una de las cosas más surrealistas de lo que llevamos de temporada. Ilaix Moriba se fue a la calle en el 54 por dos faltas; la primera no es y, la segunda, es complicado que se pueda interpretar que es de amarilla. Cuando le saca la segunda, Cordero "Díaz" Vega decide también mostrarle una amarilla a Aspas (capitán) por protestarle. A los dos minutos, estando de espaldas y Aspas a 15 metros, Cordero "Díaz" Vega decide sacarle una segunda amarilla que él no sabía que era la segunda de Iago hasta que se lo dicen los jugadores de Las Palmas. Dejó al Celta con 9 en 2 minutos. Si no es récord de España, poco le faltará.
Pero al margen del infame arbitraje vivido en el Gran Canaria, lo del Celta hoy ha sido una mezcla de viticultura heroica y una prueba de obstáculos con las manos atadas a la espalda. En la primera parte empezó con ciertas dudas y eso lo aprovechó el equipo de Carrión para dos llegadas con mucho peligro. Dos disparos que se encontraron con Guaita y dos manos prodigiosas. Guaita ya se va pareciendo a Guaita. Contra el Girona ya dio la misma sensación de seguridad de antaño. El Celta veía como, una y otra vez, Las Palmas cortaba el juego con faltas tácticas y agresividad. Hasta que un centro de Mingueza lo convirtió Borja Iglesias en un remate al palo y Willot acaba marcando. El semiautomático con un muñeco de Borja con un prominente tupé, señala fuera de juego por el pelo de una gamba. Pero ese gol mostró el camino al Celta y metió miedo en el cuerpo a los canarios. Y en el 28 llegó el gol. Aspas lee la subida de Mingueza, lo habilita en ventaja, el centro del catalán es un escándalo y el remate de Borja a un toque es para ponerle un piso en La Alameda. Era el 0-1 y tocaba saber gestionar la ansiedad de un rival que llevaba tantas jornadas (22) sin ganar.
Pero la segunda parte se convirtió en un homenaje a aquel Celta-Sevilla porque los de Giráldez acabaron con dos menos en el campo, Edu el utillero también expulsado y varias amarillas más. Parecía que estábamos viendo aquellos partidos veraniegos y calientes del Trofeo Ramón de Carranza con el Botafogo y el Peñarol acabando a palos. Pero el Celta no pega ni un sello y, aún así, acabó penalizado como si fuese un equipo de Bilardo después de dejarse las llaves de casa por dentro.
A partir del minuto Cordero "Díaz" Vega, el Celta hizo una proeza al alcance de muy pocos. Defendió con orden, con muchísima solidaridad y con sentido. En una inferioridad numérica tan grande, el equipo no sufrió castigo salvo un remate de Jaime Mata al palo. El partido de Marcos Alonso fue extraordinario, así como la aportación de los que salieron del banquillo como Cervi, Pablo Durán, Javi Rodríguez o Douvikas. Todo el equipo hizo un esfuerzo brutal.
Son victorias que valen más de tres puntos. Es un partido heroico que será recordado por los aficionados porque el equipo se demostró así mismo que sí sabe defender bien y sí puede hacerlo. Lo peor es perder a Iago Aspas contra el Real Madrid y a Ilaix Moriba, también. Contra vento e marea. Lo de hoy ha sido muy grande. El Celta suma 13 puntos que es lo importante. Ya queda menos para los 42.