El dragado del río Miño, una urgencia que espera su tratamiento en la Cumbre Ibérica

A Guarda

El 23 de octubre se celebra en la localidad lusa de Faro la 35 cumbre hispano-portuguesa, que estará encabezada por los presidentes de ambos países, Pedro Sánchez y Luis Montenegro. Las infraestructuras entre España y Portugal son una cuestión presente siempre en este tipo de reuniones y desde las localidades de la ribera del Miño se espera que haya un hueco en la agenda para la situación del río, especialmente en su desembocadura, donde la acumulación de sedimentos impide la circulación del ferry o pone serias trabas a la labor de los pescadores.

Por este motivo, el alcalde de A Guarda, la regidora de O Rosal y el presidente de la Cámara Municipal de Caminha, los más afectados por esta situación, han enviado una carta el pasado viernes a los máximos representantes de ambos Gobiernos para que realicen cuánto antes un estudio para ejecutar un dragado en el Miño. En el documento conjunto se reclama soluciones a un problema que llevan años arrastrando y que perjudica tanto a la economía de la región como a la seguridad, que puede estar en peligro en caso de siniestro o accidente al dificultar la operatividad de los recursos de rescate en las acciones de salvamento.

Un ejemplo de esta problemática es el transporte fluvial entre A Guarda y Caminha, que lleva interrumpido desde 2021. A pesar de las obras realizadas en el muelle de A Pasaxe, el ferry Santa Rita de Cássia no puede reanudar las travesías, encontrándose atrapado en un banco de arena, frente a un canal visiblemente sedimentado. En declaraciones a Hoy por Hoy Baixo Miño, el alcalde guardés Roberto Carrero señala que la pesca y el turismo marítimo están viéndose gravemente perjudicados y que al tratarse de un río internacional, la solución depende de los dos Estados.