30 años del Chaflán, un bar, un hogar

A Coruña

En A Coruña, hay un rincón que ha sido testigo de miles de historias, un lugar que ha visto pasar generaciones y que ha sabido ganarse el corazón de todos. El Chaflán, un pequeño bar de barrio en la esquina de Os Mallos, ha celebrado su 30 aniversario con una gran fiesta ochentera en Palexco, un evento que reunió a antiguos y nuevos amigos para celebrar tres décadas de vida, de risas y de encuentros inolvidables. En Así éramos, en el Hoy por Hoy A Coruña, hacemos un recorrido por la historia y el impacto de este icónico bar que ha dado tanto a la ciudad.

Los inicios: un joven Rafa y el nacimiento de un símbolo

Hace 30 años, Rafa, un joven de 24 años, decidía abrir las puertas de un bar que se convertiría en uno de los puntos de encuentro más queridos de A Coruña. A pesar de ser un local modesto, pronto se distinguió por su ambiente acogedor y su clientela diversa. Desde el primer día, el Chaflán se perfiló como un lugar para todos, donde jóvenes y mayores podían sentirse como en casa. El logo del bar, que muestra a un joven con melena junto a un hombre mayor con boina, refleja esa unión de generaciones que caracteriza al Chaflán.

“La mayor parte de la clientela era gente joven”, comenta Rafa, recordando esos primeros años. El bar fue un refugio para los vecinos del barrio y un punto de encuentro para los que buscaban un lugar diferente. Con el tiempo, lo que empezó como un bar de barrio se convirtió en un símbolo de la ciudad, un lugar al que todos, en algún momento, vuelven.

Una celebración ochentera por todo lo alto

El 30 aniversario del Chaflán no podía pasar desapercibido. Para conmemorar esta fecha tan especial, el pasado sábado se organizó una gran fiesta en Palexco con temática de los años 80. El evento reunió a una multitud de clientes y amigos, que se vistieron de época para celebrar al ritmo de los grandes éxitos de aquellos años. La nostalgia y la alegría se entremezclaron en una noche mágica que demostró una vez más el poder de convocatoria de este icónico bar.

Entre los asistentes, se encontraba la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, quien recordó con cariño las muchas horas que pasó en el Chaflán. “Antes tenía una vida, y muchas horas las pasé aquí”, comentó con una sonrisa, destacando la importancia de este lugar en su vida y en la de muchos coruñeses.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

El Chaflán, más que un bar: una familia extendida

El Chaflán no es solo un bar, es una comunidad. Rafa, junto a su esposa y el equipo del local, han conseguido crear un espacio en el que cada cliente se siente parte de una gran familia. Las historias de amistad, amor y solidaridad que se han forjado en este rincón son incontables. Desde bodas y bautizos hasta celebraciones de ascensos y descensos, el Chaflán ha sido testigo de la vida de sus clientes.

Matías, un camarero uruguayo que trabaja en el Chaflán, cuenta cómo este bar se ha convertido en su segundo hogar. “Aquí encontré una familia. El Chaflán no es solo un lugar de trabajo; es un sitio donde los clientes dejan de ser clientes y se convierten en amigos, en parte de nuestra familia”, explica Matías, quien se mudó al barrio atraído por el ambiente del bar y por la conexión que encontró con Rafa y con los otros empleados.

Sara, una clienta asidua, recuerda con emoción los momentos que ha vivido en el Chaflán. “Es parte de mi vida. Aquí he celebrado cumpleaños, bodas, victorias del Dépor y también momentos difíciles”, dice, destacando cómo el bar ha estado presente en los momentos más significativos de su vida y la de su familia.

Un legado de apoyo y solidaridad

Durante la pandemia, el Chaflán fue protagonista de una emotiva campaña de Estrella Galicia que reflejaba el espíritu solidario de su comunidad. Abdu, un cliente senegalés que perdió a su madre durante este período, recibió el apoyo incondicional de los demás clientes y del equipo del bar para poder viajar a Senegal y despedirse de su madre. “El Chaflán es mucho más que un bar. Aquí he encontrado una familia que me apoya en los momentos más difíciles”, afirma Abdu, quien ha encontrado en el Chaflán un segundo hogar.

Este espíritu de apoyo mutuo se ha mantenido a lo largo de los años. Ya sea para celebrar un ascenso o para enfrentar un momento triste, los clientes del Chaflán saben que pueden contar con su comunidad. Es un lugar donde se tejen relaciones profundas y significativas, que van más allá de una simple conversación entre barra y barra.

Un símbolo para A Coruña y más allá

El Chaflán ha logrado un estatus icónico en A Coruña, y es admirado por otros locales de hostelería. "Para mí, Rafa es el dios de la hostelería", comenta Manolín, dueño de un bar cercano, destacando la admiración que siente por el Chaflán y su equipo. "Para mí, es el mejor de España, no solo de Os Mallos ni de Coruña. Si me llaman ‘Mini Chaflán’, lo tomo como un orgullo”.

La fiesta del aniversario fue una oportunidad para que muchos se reunieran y compartieran sus historias y anécdotas sobre este lugar que ha marcado sus vidas. Sergio, otro cliente fiel, llegó vestido con su mejor traje, listo para celebrar con una frase ochentera: “Qué nivel, Maribel”.

Mirando al futuro: el Chaflán y su renovación constante

Uno de los aspectos más destacados del Chaflán es su capacidad para renovarse y seguir siendo relevante. Anton, otro cliente veterano, comenta cómo el bar ha sabido mantenerse fresco y vibrante a lo largo de los años, atrayendo a nuevas generaciones sin perder a las anteriores. “El Chaflán se regenera él solo”, dice, resaltando cómo el lugar continúa atrayendo a gente nueva que rápidamente se convierte en parte de la familia chaflanera.

Esta capacidad de adaptación es lo que ha permitido al Chaflán permanecer como un lugar relevante y querido por todos, incluso después de 30 años. Es un testimonio de la pasión y dedicación de Rafa, su familia, y el equipo que han hecho del Chaflán algo más que un bar: un hogar para muchos.

Por otros 30 años más

La celebración del 30 aniversario del Chaflán es una muestra de lo que significa para la ciudad y sus habitantes. A lo largo de tres décadas, ha sido el lugar donde se han tejido historias, donde se han forjado amistades y donde el apoyo y la solidaridad se han manifestado de mil formas. En cada esquina del Chaflán se encuentra una historia, una sonrisa y un abrazo, y es este espíritu el que ha convertido a este pequeño bar en un símbolo de A Coruña.

Por muchos años más, Chaflán. Que sigas siendo un lugar de encuentro, de risas y de historias compartidas. Y como bien dijo Sergio en la fiesta: “Qué nivel, Maribel”. ¡Que el Chaflán siga dando vida a A Coruña por muchas décadas más!