El acusado de asesinar a la panadera de O Birloque confiesa la autoría y pide perdón
José Ramón Guerreiro declara su adicción a las drogas. Afirma que ese día quiso quitarse la vida
A Coruña
Ha comenzado en la Audiencia Provincial de A Coruña el juicio por el crimen de Mónica Marcos, de 52 años, conocida panadera de O Birloque. El acusado del asesinato, José Ramón Guerreiro Galdo, pareja de la víctima, ha admitido su culpabilidad y ha pedido "perdón". El Ministerio Fiscal pide para él 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y agravante de género. Según el Ministerio público, Guerreiro de 54 años, asestó a Mónica de forma sorpresiva e inesperada y por la espalda al menos 5 puñaladas hiriéndola mortalmente. En su declaración ha relatado su adicción al fentanillo, alcohol y otras drogas y que el día de los hechos "quería quitarse del medio" y que por eso llevaba un cuchillo "para acabar con su vida". Ha añadido que ya había intentado suicidarse en ocasiones anteriores. A la pregunta de qué recuerda, ha contestado. "El charco".
Los hechos
En su escrito, el Ministerio Público señala que el 14 de septiembre de 2021 la pareja mantuvo una discusión motivada por la decisión de la víctima de dar por finalizada la relación sentimental, pidiéndole que se marchara de casa, y que él le dijo que se arrepentiría de esa decisión. Al día siguiente la mató asestándole varias puñaladas. Huyó a Madrid donde fue detenido un día después.
Mónica Marcos falleció de forma inmediata tras recibir varias cuchilladas, sin que tuviese posibilidad de reacción,subraya el Ministerio Fiscal. El procesado se apoderó de unos 300 o 400 euros de la recaudación de la panadería y cogió un avión en Alvedro rumbo a Madrid. Allí se alojó en una pensión y al presentar su DNI y tener orden de busca y captura fue detenido por la policía. Mónica tenía dos hijos mayores de edad, uno de los cuales convivía con ella y fue el que descubrió el cuerpo sin vida de su madre. El acusado deberá indemnizar, en concepto de daño moral y perjuicios al padre de la víctima con 20.000 euros y a cada uno de los hijos con 30.000, según la petición de la Fiscalía.
Fiscalía sostiene que Guerreiro Galdo no tenía alteradas sus capacidades cognitivo volitivas en el momento de la comisión de los hechos y considera los hechos constitutivos de un delito de asesinato, con alevosía, y otro de hurto, por el que reclama el pago de una multa.