Patinha, cinco décadas de sinceridad entre Galicia y Portugal
El artista abre una muestra retrospectiva en el Centro Torrente Ballester
Ferrol
A caballo entre el Portugal en el que nació y la Galicia en la que reside desde hace más de cuatro décadas, Manuel Patinha (Póvoa de Santa Iria, 1949) rebobina y echa un vistazo a la carrera que desplegó desde 1970 al 2024 que va despidiéndose en "Desassossegos", la exposición que este miércoles ha inaugurado en Ferrol.
Afincado en la comarca ferrolana, recuerda sus inicios, en los que tuvo "una vida compartida con otras actividades, que siempre condiciona", pero no se demoró el momento en el que pasó a estar "dedicada íntegramente a la labor artística".
"Cuando llegué a Galicia venía bastante influenciado por el movimiento surrealista", señala el escultor y pintor, que en la muestra abierta en el Centro Torrente Ballester también aporta destellos de su singladura por la creación poética o fotográfica.
Su desembarco al norte del Miño fue "como pintor, es lo que hacía más", pero ya entonces despuntaban sus "aportaciones de grabado y dibujos", que también se verán en esta iniciativa en el centro cultural municipal ferrolano.
Patinha rememora cómo a partir de los 90 cambió casi drásticamente su actividad artística y ahonda en la vertiente de la escultura, una apuesta en la que no titubeó pese a que, por ejemplo, le dijesen que era "un error" meterse en ese "mundo de los hierros" que empleaba en sus obras.
Con el tiempo, apunta, "se fueron dando cuenta" de que su propuesta era idónea, aunque matiza que la "idea muy clara nunca la tenemos" porque cuando un creador "quiere realizarla, si no lo hace desde un punto de vista sincero y entusiasta, no tiene sentido; tienes que correr riesgos".
El luso profundizó desde entonces en su afán por "intentar descubrir otros mundos y aportar más frescura a mi creatividad" y ese objetivo le condujo al mundo de la escultura, un tránsito natural desde aquellos años 70 en los que, al ser "más joven", tenía "todo por descubrir".
Manuel Patinha abre la puerta a que el público descubra ahora algunas obras "desconocidas" y admite que le "emociona" y que puede "interesar a gran parte" saber más sobre sus incursiones en áreas como la fotografía o "algunos versos", vías paralelas a sus grandes trabajos.
Rememora su "gran exposición de escultura" en el mismo Torrente Ballester hace ahora quince años, cuando ya llenó "todos los espacios" del antiguo Hospital de Caridad de Ferrol, en el que, también desde este miércoles, la iluminación "juega un factor muy importante" como guía inesperado.
Preguntado por lo que le espera en el futuro, zanja con un escueto "el tiempo dirá" y se confiesa "muy contento de lo hecho" en este tiempo: "Si la salud y la edad no me frenan, puede que siga haciendo cosas; de hecho, las estoy haciendo, pero ya con menos aporte físico".
Raúl Salgado
Redactor de Radio Ferrol Cadena SER, nos escuchamos...