La falta de puntería y Courtois frenan a un Celta valiente
Los blancos aprovechan sus dos ocasiones más claras para llevarse la victoria
VIgo
El Celta murió en la orilla. Pudo haber empatado, pudo haber ganado y perdió. Todo por la puntería. Mejor dicho, la falta de la misma. Williot y Douvikas tuvieron dos ocasiones clarísimas para adelantar al Celta y para poder empatar en el descuento. Perdonó y no pudo sumar. También el mejor portero del mundo aportó lo suyo. Con su presencia achicó la portería a los delanteros del Celta. El Real Madrid hizo todo lo contrario. Aprovechó la segunda que tuvo en el partido para el 0-1 de Mbappé, aprovechó la única de la segunda parte para ponerse 1-2 con el gol de Vinicius.
La primera mitad nos dejó dos partes bien diferenciadas. Un arranque valiente, intenso, con un fútbol maravilloso del Celta y con dos ocasiones muy claras de Williot al que se le hizo de noche delante de Courtois. Una anulada por fuera de juego y, la otra, en una cabalgada que lo tenía todo de cara pero no fue capaz de batir al portero belga que le aguantó y le aguantó hasta el último segundo. Esos primeros 20 minutos del equipo de Claudio Giráldez fueron muy buenos hasta que todo cambió. Y cambió en algo que, seguramente, el técnico de O Porriño quiso evitar a toda costa: las pérdidas innecesarias y los errores no forzados en zonas peligrosas. Y así llegó el gol de Mbappé. Beltrán intentó un pase raso complejo por delante de los centrales y eso lo aprovecha Kylian para marcar un auténtico golazo. A partir de ahí. el Madrid impuso su físico y aguantó sin problemas hasta el descanso.
Pero todo cambió al salir del vestuario con un Celta valiente, descarado, intenso y con ganas de irse a por el conjunto blanco. Y así fue. Abriendo por bandas con dos estiletes como Mingueza y Hugo Álvarez que siguen creciendo y creciendo cada vez más. Hasta el punto que una jugada de fútbol de salón de lado a lado, acabó con una pared en banda derecha de Mingueza y Bamba. El francés habilitó al catalán que se inventa un pase brutal a Williot que el sueco marca de primeras. Por cierto, por si lee esto Luis de la Fuente, Mingueza es el lateral con más asistencias en las cinco grandes ligas europeas (5) y Williot lleva 7 goles desde que llegó a la Liga pero solo con 13 remates. Un auténtico golazo y el delirio en la grada de los casi 25.000 espectadores que llenaban Balaídos.
A partir de ahí el Real Madrid no encontraba espacios, el Celta seguía siendo valiente y haciendo un esfuerzo brutal para tapar a los de Ancelotti. Hasta que Modric leyó el cansancio del Madrid y metió un pase mágico a Vinicius que marca el 1-2. Los blancos le metieron un tranquilizante al partido y el Celta siguió intentándolo hasta los últimos minutos. Y lo hizo sacando a Alfon, Pablo Durán y Javi Rodríguez desde el banquillo. Bamba tuvo el 2-2 con un mano a mano que saca Courtois con un paradón y Douvikas también perdonó en el 91. Era un mano a mano claro que lo tiró fuera por poco. Nos recordó a la que tuvo Javi Rodríguez para poner el 1-0 en el descuento contra el Atlético de Madrid. Ante esos equipos si perdonas, ellos no lo van a hacer. Y así fue.
Balaídos disfrutó y despidió a los suyos con una gran ovación. Claudio Giráldez ha hecho creer a la gente en este equipo. Hoy se enfrentaba el equipo de los 60 millones con el de los 600 que decía Benítez. Y a todo esto sin Aspas ni Ilaix que todavía están purgando la fiesta del Cordero Vega en Las Palmas.