Paula Ínsua, delegada de la CIG en Alcoa: "En algún departamento dicen que si no vamos adelante con el trato, igual en enero no cobramos"
Los sindicatos denuncian amenazas y creen que el acuerdo con Ignis es un chantaje para acceder al fondo de garantía
Paula Ínsua, delegada de la CIG en Alcoa: "En algún departamento dicen que si no vamos adelante con el trato, igual en enero no cobramos"
Lugo
Xunta y Gobierno central hacían, tras conocer el anuncio de Alcoa de un acuerdo con el grupo español Ignis, una valoración "muy positiva de la noticia". Alcoa descarta la venta, pero las dos firmas se comprometían a inyectar 100 millones de euros en la planta de San Cibrao, así que la administración entiende que se pretende apostar por la viabilidad de la fábrica.
Sin embargo, la reacción de los trabajadores fue completamente diferente. Además de las movilizaciones anunciadas y que ya tienen fecha, será el próximo 30 de octubre en la Plaza del Museo del Mar en San Cibrao, al día siguiente el comité hacía público que estaban estudiando denunciar por lo penal a Alcoa. La acusan de posibles delitos de estafa, substracción de bienes y descapitalización.
La delegada de la CIG en el comité de empresa explica por qué creen que el acuerdo con Ignis va en la dirección contraria al cumplimiento del acuerdo de viabilidad: "Ellos mismos lo dicen, para poner el dinero nos piden que seamos flexibles con el acuerdo". Entiende que los 100 millones de euros entrarán por un lado, pero a condición de que puedan sacarlos de otro y que con esa "flexibilidad enmascaran su intención de meter la mano en el cajón de las inversiones".
"Tenemos un acuerdo que nos constó mucho firmar porque significaba poner a dormir el corazón de la fábrica y que sirve para dar garantía de futuro", continúa Ínsua, "el anuncio es nuevo, pero el discurso es el mismo que el de hace meses, nos piden que cedamos el dinero destinado a la mayor inversión". Una inversión, la del horno de cocción de ánodos que, matiza, no condiciona solamente el futuro, sino el presente y que "ya estamos viendo las consecuencias de que no se ejecute en los despidos en las fábricas auxiliares".
Dudan que Ignis compense la falta de viabilidad
La multinacional convocaba, tras anunciar el acuerdo, una reunión para trasladarles los detalles solamente con representantes de los trabajadores a la que el pleno del comité rechazó asistir. La representante de la CIG asegura que tiene predisposición e interés en reunirse para abordar la letra pequeña del acuerdo, pero entiende que "tiene que ser en unas condiciones determinadas".
"Tenemos que estar los trabajadores y los sindicatos, Alcoa, pero también los gobiernos", reclama, dado que también a la administración reclama condiciones y ayudas públicas a la empresa para sacar adelante el acuerdo. Están abiertos incluso a que acuda Ignis y otros actores implicados, como las energéticas, pero tiene que ser "en el marco de una mesa de seguimiento, que para eso se creó".
Sobre la incorporación de Ignis Paula Ínsua señala que no tienen todavía información suficiente para evaluar si es un socio adecuado para San Cibrao. Aunque no duda de que "pueda ayudar en las operaciones de la planta" se pregunta "hasta qué punto podemos compensa que pasemos sin hacer una gran inversión como es el horno". "Dudamos que compense esa falta de viabilidad que siempre nos está vendiendo Alcoa", sentencia.
Amenazas a los trabajadores
En uno de los comunicados que emitía el comité de empresa esta semana de les pedía a los trabajadores que mantuviesen "la cabeza fría" y evitasen "cualquier incidente con representantes de Alcoa que puedan entenderse como una ruptura de la paz social". Paula Ínsua reconoce que en la fábrica hay un ambiente de nerviosismo y tensión que encuentra normal: "Cuando te ponen encima de la mesa una noticia de susto o muerte, la gente coge miedo, y nosotros llevamos años escuchando que si no pasamos por el aro esto se va a terminar".
Desde que Alcoa anunció el acuerdo denuncia que en algunos departamentos el mensaje que se está trasladando a los trabajadores es "que si no pasamos por el aro, a lo mejor en enero no cobramos". "Condicionan nuestros sueldos a que dejemos meter la mano en la caja, que es lo único que no pueden tocar, porque en todo lo demás llevan años incumpliendo el acuerdo". Señala que se ha generado "un ambiente de acoso a los trabajadores que hace que los ánimos decaigan y que nos veamos obligados a pedir calma a los trabajadores, porque es normal que estén intranquilos".
Sobre el regreso de las movilizaciones, que retrotrae a las imágenes de las protestas de hace varios años, señala que "en este escenario es la única opción que nos queda". Recuperan el lema de "A Mariña sálvase loitando" porque han comprendido que "la solución está en los gobiernos y son los únicos que nos pueden ayudar en esto". Ante el desamparo que sienten por parte de la administración saldrán a las calles de nuevo porque "es la única forma que tenemos de reclamarlo".
Antía Montes
Radio Lugo