El Obradoiro no puede con otro rival directo y cae a la zona baja

Santiago de Compostela

El Obra no arranca. Ha competido contra equipos de la zona alta y candidatos a pelear por el mismo objetivo, como el Estudiantes y el San Pablo Burgos esta pasada jornada (85-91) y de la zona baja (triunfo ante Morón y derrota en Cartagena) y ha dejado dudas en cuanto a su potencial real para pelear por el objetivo marcado (el ascenso) y certezas en cuanto a los puntos débiles que ha revelado el inicio de la competición: claro desequilibrio entre el juego interior y exterior. Si bien el conjunto preparado por Gonzalo Rodríguez muestra su calidad y peligrosidad desde el perímetro, le cuesta muchos generar en la pintura, mostrándose como fiable a la hora de defender y rebotear Oliver Stevic pero muy solo en esa tarea, en la que tiene muchos más problemas Jake Stephens.

En el duelo del pasado sábado en el Fontes do Sar (gran entrada con 4.066 espectadores) el equipo luchó y se dejó hasta la última gota de sudor, pero no pudo sacar el partido ante un rival que lució calidad y músculo en los momentos determinantes del partido y casi siempre pareció llevar el timón del partido con un rival que se agarró al duelo como pudo, con los puntos y el coraje de Brad Davison, con el acierto en momentos importantes de Nacho Varela y con el trabajo incansable de Sergi Quintela. Pero no le llegó, y los triples de Cremo, Cuevas o anteriormente de Lapornik, fueron puñales en la fe y entrega de los jugadores santiagueses, a los que simplemente, no les alcanzó para poder ganar a un rival que ya encabeza la clasificación junto con el COB Ourense luego de hacer pleno de victorias (4) en este inicio de temporada.

El viernes a las 20:45 horas, el Obradoiro afronta en la pista del Valladolid un partido que puede resultar clave para que el equipo tenga más tiempo o para que en los despachos se valore la toma de decisiones que puedan cambiar el rumbo.