Un testigo presencial del crimen de Samuel escuchó: "Le voy a pegar una puñalada en el corazón, no tengo nada que perder"
Cerrada ovación en el Parlamento de Galicia tras la lectura de una declaración contra la LGTBIfobia. Un policía sanitario describe un reguero de sangre que manaba de un Samuel Luiz sin pulso
A Coruña
Uno de los testigos ha explicado en la jornada de este miércoles del juicio del Caso Samuel cómo escuchó la frase “le voy a pegar una puñalada en el corazón”. La atribuye a una persona que estaba sin camiseta en ese momento y que otro acusado identificó cómo el acusado Diego Montaña. Unos testimonios que sitúan a este último como el que inició la brutal agresión al joven coruñés.
Han relatado cómo, tras caer desplomado, los agresores siguieron con los golpes en la calle e incluso a los dos senegaleses que trataban de ayudarle para evitar que continuaran con la paliza. Además, otra testigo ha apuntado que una amiga de Samuel le aseguró “que lo estaban acosando por ser gay”.
Otro testigo, con formación sanitaria, ha explicado que al llegar al lugar se encontró al chico sin conocimiento y trató de reanimarlo hasta la llegada de la ambulancia. Por su parte, la defensa está centrando su estrategia en el día de hoy en señalar las contradicciones de los testigos en comparación con lo expuesto en sus declaraciones iniciales en 2021.
Este miércoles ha sido el turno, una vez más, para viandantes ajenos a los hechos y el primero de ellos ha relatado que vio a mucha gente y escuchó gritos, por lo que se acercó a la agresión, que ya había estallado y una mujer del entorno de la víctima clamaba "le quieren pegar a mi amigo, ayuda".
"Al llegar allí, la gente estaba como un poco calmada y vi que llevaban a un chico, que iba caminando, que supuestamente le habían pegado. A unos cinco o diez metros había uno que lo seguía, que quería ir hacia él, y estaba sin camiseta. Dijo: 'le voy a pegar una puñalada en el corazón, que no tengo nada que perder'", ha explicado.
Ese hombre sin camiseta era supuestamente Diego Montaña -negado por su defensa-, el principal acusado, pues el testigo ha afirmado que vio a una chica que coincide con la descripción de la también acusada Catherine 'Katy' Silva -entonces era su pareja- que intentaba frenarlo, pero "él se zafó".
En ese momento, a Samuel Luiz "lo protegían" los dos ciudadanos senegaleses, pero los agresores echaron a correr después "detrás e ellos", en un grupo que cree que era de más de seis personas, y lo alcanzaron para agredirlo de nuevo.
Ahí su declaración coincide con la de un testigo de la sesión de ayer, que dice que encontró a Samuel Luiz en la carretera, "inconsciente y con sangre", y lo acercó a la acera para evitar atropellos, donde este testigo lo encontró.
"Estaba boca arriba, lo puse de lado porque vi que se estaba ahogando con su sangre, y llegó un señor que dijo que era médico y ya lo dejé con él", ha concluido.
Cerrada ovación en el Parlamento de Galicia tras la lectura de una declaración contra la LGTBIfobia
El Parlamento de Galicia ha protagonizado una cerrada ovación tras la aprobación de una declaración institucional con motivo del juicio por el asesinato de Samuel Luiz.
La declaración advierte que los delitos de odio relacionados con la orientación sexual y la identidad de género han aumentado. Ve este juicio como un momento clave para reafirmar el compromiso de las administraciones en la lucha con la LGTBI fobia. "Este crimen non é un feito aillado" ha señalado en la lectura el Presidente del Parlamento Miguel Ángel Santalices.
Un policía sanitario describe un reguero de sangre que manaba de un Samuel Luiz sin pulso
Un testigo del crimen de Samuel Luiz, que es policía sanitario, ha descrito este miércoles un reguero de sangre que manaba de la víctima, a la que no encontró el pulso tras la paliza.
El policía sanitario que ha declarado en esta jornada se encontró al fallecido ya "tumbado en el suelo, inconsciente totalmente" y sangraba "abundantemente por la boca, los oídos y la cabeza".
Se quitó el jersey y lo puso como almohada: "Le intento tapar con la mano el reguero de sangre que estaba echando", ha relatado.
En ese momento le apartó la lengua, le hizo el boca a boca y empezó "a hacerle un masaje cardíaco hasta que llega la ambulancia".
Intentó encontrarle el pulso en el cuello, pero no fue capaz, y se mantuvo en la misma situación hasta que llegó el personal sanitario de emergencias.