Pontevedra tiene el primer exoesqueleto pediátrico del mundo gracias a una donación anónima

Este viernes el centro de la Asociación Amencer – Aspace en Lourizán (Pontevedra) vivió un momento histórico, emocionante y esperanzador. El equipo de fisioterapeutas ha presentado el primer modelo de exoesqueleto pediátrico del mundo que utilizarán los usuarios con parálisis cerebral de asociación. La adquisición de este dispositivo ha sido posible gracias a una cuantiosa donación anónima, ya que el exoesqueleto está valorado en más de 100.000 euros. Se calcula que 17 millones de niños en el mundo no pueden andar por afectaciones neurológicas de todo tipo. La dificultad para realizar cualquier tipo de actividad física afecta, sin duda, a la calidad de vida de los pacientes con parálisis cerebral y este exoesqueleto ayuda en sesiones de 30 – 40 minutos a caminar a niños con parálisis cerebral. Para poder dar una solución, el equipo de la empresa madrileña Marsi Bionics ha aunado tecnología robótica e inteligencia artificial para desarrollar el primer exoesqueleto pediátrico del mundo. Este dispositivo se adapta al cuerpo del niño para ponerle en situación de bipedestación y marcha. Tiene 8 articulaciones, con una tecnología patentada internacionalmente, que imita el funcionamiento del músculo natural. Esto se consigue gracias al concepto de biomimetismo. La tecnología de las articulaciones es elástica, con lo que logramos adaptarnos a la condición muscular del niño. Tiene dos modos de funcionamiento: el modo pasivo donde las piernas se mueven automáticamente en función de una configuración a medida del niño y el modo de intención de movimiento que necesita que el niño haga una determinada fuerza (que el terapeuta selecciona) para que el exoesqueleto avance. El exoesqueleto es capaz de adaptar su rigidez de forma inteligente a distintas patologías: desde la atrofia muscular espinal hasta las más espásticas y distónicas como la parálisis cerebral infantil, que es la primera causa de discapacidad motórica en niños. El avance de esta tecnología supone cambiar el paradigma de la rehabilitación de las patologías neuromusculares en la infancia. El objetivo es que el niño pueda desplazarse y jugar. Hugo, un niño de 6 años de Ribeira con parálisis cerebral fue el encargado de probar el dispositivo: por primera vez pudo levantarse de su silla adaptada y probarlo durante media hora. Recorrió con el cuerpo totalmente incorporado un pasillo de 10 metros, ante la emocionada mirada de su madre Bea. El equipo de fisioterapeutas del centro Amencer – Aspace valorará previamente a los usuarios para utilizar el exoesqueleto. Los beneficios clínicos del aparato son muchos e importantes. Marsi Bionics, la empresa creadora de este dispositivo explica que puede funcionar autónomamente o gracias al impulso del paciente. Hay otro exoesqueleto similar en una fundación privada en la provincia de A Coruña, siendo éste el primero en Pontevedra. No existe ninguna tecnología que permita un movimiento 360º a niños que no pueden caminar o que han perdido la capacidad de hacerlo. Este es un caso de éxito. Desde 2013 Marsi Bionics financia, desarrolla, industrializa, realiza la investigación clínica y certifica el exoesqueleto.

Pontevedra tiene el primer exoesqueleto pediátrico del mundo gracias a una donación anónima

Hugo, un niño de 6 años con parálisis cerebral, fue el primer usuario del centro Amencer-Aspace en caminar gracias a este dispositivo con inteligencia artificial

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