Condenado a 11 años y medio de cárcel el autor confeso del crimen de Areal por homicidio y estafa
Durante el juicio, el acusado reconoció los hechos, aunque no aclaró por qué había matado al profesor jubilado
Vigo
La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a penas que suman 11 años y medio de cárcel a David M.C., autor confeso del conocido como crimen de Areal, por un delito de homicidio y un delito continuado de estafa.
De acuerdo con el veredicto de culpabilidad del Tribunal de Jurado, la sala ha acordado imponer estas penas, al considerar probado que el acusado, entre el 28 y el 29 de diciembre de 2021, y con ánimo de causarle la muerte, golpeó en la cabeza y en la cara con una bola de decorativa de mármol al profesor jubilado Benito T.S. en el domicilio de éste. A continuación, cuando la víctima ya había caído conmocionada por los traumatismos, cogió un cuchillo de cocina y lo apuñaló 21 veces.
En el juicio por estos hechos, los forenses confirmaron que el fallecimiento de Benito se produjo por una combinación de un golpe fatal en la cabeza, que le hundió el cráneo, y un corte en el cuello que le produjo una hemorragia masiva.
Además, antes y después de la muerte de la víctima, David M.C. contrató varias tarjetas móviles asociadas a las cuenta de Benito y, tras matarlo, le sustrajo las tarjetas bancarias físicas, el teléfono móvil, la tarjeta sanitaria y las llaves de la vivienda, antes de marcharse de su piso.
En los días siguientes, permaneció alojado en un hotel de la ciudad olívica y realizó gastos, tanto en Vigo como en otros puntos de Galicia, con cargo a las cuentas del fallecido, por más de 17.000 euros, incluida la compra de dos vehículos de segunda mano. Así, no solo pagó su alojamiento en un hotel, sino que también pagó alojamiento, comidas, cenas y copas a varios amigos, además de realizar numerosas compras y pagos.
El 4 de enero de 2022, el acusado fue interceptado en un control de la Guardia Civil en Silleda y el hecho de que llevara documentación a nombre de un tercero en el maletero, llamó la atención de los agentes (sobre todo porque David intentó hacerles creer que se trataba de documento de un tío suyo, que se había ido de viaje, y le había dejado las tarjetas dándole permiso para gastar el dinero).
Tras contactar con la Policía Local de Vigo y ésta con la familia de Benito, una sobrina, acompañada de agentes, se personó con unas llaves en el piso y allí se encontraron el cadáver de la víctima, en medio de un charco de sangre.
Reconocimiento de los hechos
El acusado, durante el juicio celebrado en Vigo, reconoció los hechos, aunque no aclaró por qué había matado a Benito T.S. Precisamente esa confesión, unida a la gran cantidad de pruebas en su contra, han llevado a la Audiencia a reflejar en la sentencia que la autoría de la muerte quedó corroborada "de manera más que indubitada".
Igualmente, el procesado reconoció el delito de estafa, y las muchas pruebas también llevaron al jurado y a la Audiencia a considerar probado este ilícito.
Además, antes de la celebración de la vista, David M.C. indemnizó a los hermanos de la víctima, en unos 40.000 euros, por lo que el tribunal ha visto acreditada la circunstancia atenuante de reparación del daño.
Homicidio, no asesinato
Pese a que el crimen de Areal fue definido por el propio Fiscal como "estremecedor", el representante del ministerio público calificó los hechos como homicidio, y no como asesinato. Así, mantuvo que "no hubo alevosía ni ensañamiento" y expuso que el acusado propinó los golpes y las 21 cuchilladas "en un único acto".
Según puntualizó, "quería matarlo, pero no causarle un daño innecesario", y lo acometió varias veces para asegurarse de que moría, porque el acusado "no es Rambo, ni un boina verde" y "necesitaba causar todo tipo de golpes (para llegar al resultado que buscaba)".
Las acusaciones particulares, ejercidas por los hermanos del fallecido, que inicialmente calificaron los hechos como asesinato con ensañamiento, acabaron por modificar sus conclusiones y adherirse a la calificación y a la petición de penas del Fiscal, al igual que hizo la defensa de David M.C.
Por todo ello, la Audiencia ha condenado al acusado a 10 años y medio de cárcel por el delito consumado de homicidio y a 1 año más de prisión, por el delito continuado de estafa. La resolución no es firme, y contra ella cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).