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Fútbol

El Compos cae con honor y deja la semilla plantada

El equipo santiagués pierde con un gol en propia puerta luego de poner contra las cuerdas al Alavés

Los jugadores del Compostela agradecen a la grada el apoyo mostrado durante el encuentro

Santiago de Compostela

Preciosa noche la vivida en el Vero Boquete a la que sólo le faltó un resultado mejor para la SD Compostela. Con cerca de siete mil quinientos espectadores en las gradas, el campo compostelano vivió un gran ambiente de Copa del Rey y los aficionados vieron como su equipo ponía en aprietos a un rival de Primera División que se llevó, seguramente, demasiado premio para su propuesta rácana y que obtuvo el premio del pase con un gol en propia meta de Kike antes del cuarto de hora.

Muchos de los presentes en las gradas no habían ido al campo desde hace mucho tiempo, y lo que vieron en la eliminatoria copera que jugaba el equipo de su ciudad, debería invitarles a volver, para que más pronto que tarde, el equipo blanquiazul pueda volver a recibir a rivales de pedigrí futbolístico. El ambiente fue fantástico, hubo colas para acceder a las gradas, sobre todo para los que no calibraron que esta ocasión era distinta a la de cualquier domingo cuando a ver un partido de liga van mil quinientos seguidores. Una vez todos acomodados en sus asientos, vieron a un Compos valiente, sin complejos, con un Hugo Matos hiperactivo hasta que se lesionó, a un Manu Barreiro que se medía a su ex -equipo y se cansó de trabajar, a un zaga que nos sufrió en exceso para controlar a futbolistas de la talla de Villalibre y a un centro del campo que discutió la posesión y en muchas fases del encuentro movió la pelota con criterio y calidad.

El gol en propia meta de Kike al filo del cuarto de hora provocó que el Alavés se pusiera aún más cutre en su propuesta, intentado que pasaran los minutos y pudiese llover del cielo otro gol en cualquier acción fortuita, porque buscar, no lo buscaron. El Compos tenía dificultades para acercarse a la portería contraria con peligro, cierto, pero un cabezazo de Hugo Matos se fue cerca de la escuadra ante la acongojada mirada de Owono, que pareció rezar para que el balón no entrase. Sus plegarias debieron ser escuchadas y en vez de gol, es escuchó el ¡uyy! en el Vero Boquete. En esa misma acción y al aterrizar del salto realizado para el remate, Matos se lesionó en su tobillo izquierdo. Lo intentó y fue atendido por dos veces, pero finamente tuvo que ser sustituido por Landeira al filo de la media hora. Poco después, y en una acción en la que pareció que el jugador estaba en fuera de juego, Stoichkov envió alto un remate cuando se quedó sólo ante Iago Domínguez. De ahí al descanso, poco más que un Alavés reservón y un Compos al que le costaba pisar las inmediaciones del área.

Tras el paso por vestuarios, el partido siguió con un guion similar. El Compos quería pero le costaba, y el Alavés esperaba a ver qué pasaba y se encontraba con un segundo gol que no buscaba. A la que pudo, los de Antón Permuy metieron una marcha más, el tiempo corría y nada había ya que perder. El Alavés tuvo la sentencia con otro tiro de Abde que se fue cerca del palo, Santi de Prado la tuvo pero su disparo se fue muy cruzado y ya en el añadido, el equipo vitoriano perdonó el segundo de manera lamentable cuando lo más sencillo era hacer el gol. Pitido final, e intercambio de agradecimientos entre equipo y aficionados por el esfuerzo realizado y la imagen ofrecida.