Balaídos no es solo un campo de fútbol, el estadio en el que el Celta hace sufrir y disfrutar a partes iguales a sus aficionados. Balaídos es también un punto de encuentro, un lugar conocido por todos, referencia para muchos y que también permite ver, en ocasiones, la mejor versión de las personas y cómo hay que afrontar las cosas. Después de la tragedia ocurrida en Valencia, el Celta, como la gran mayoría de los clubes de fútbol, lanzó su propuesta de ayuda en la previa del Celta- Getafe. Tres puntos para recogida de alimentos y otros productos de primera necesidad para enviar a las zonas más afectadas por la DANA. Los aficionados del Celta aprovecharon que el fútbol no paró para mostrar su cara más solidaria. Las colas en el antiguo museo del Celta, el punto marcado por el club vigués, fueron constantes y pudimos ver a la presidenta del Celta, o al director de relaciones institucionales Carlos Cao, cargar material para meterlo en furgonetas y ayudar como el que más. Otro de los puntos de recogida fue el local de la Federación de Peñas situado bajo la grada de Tribuna. La directiva al completo recogiendo bolsas y donaciones hasta minutos antes del partido, en un local que se llenó de solidaridad y en el que prácticamente ya no cabía nada. La gente responde y en Vigo no podíamos ser menos. El celtismo siempre está, en las duras y en las maduras. Valencia también siguió presente durante el partido, con la grada de animación vacía y en silencio hasta el minuto 15, con la camiseta de «Forza Valencia» o con el minuto de silencio más especial de todos.