La rehabilitación del Pazo de Lourizán ya tiene forma
La UTE Pinós-Enrich gana el concurso de ideas por unanimidad
El jurado dio a conocer hoy el fallo del proyecto de reforma integral del histórico edificio y de su entorno. El equipo ganador, además de recibir el premio económico de 48.400€, será adjudicatario del contrato para la redacción del proyecto básico y de ejecución de la obra. El próximo sábado 9 de noviembre tendrá lugar en Pontevedra el acto de entrega de premios a los finalistas del concurso promovido por la Xunta de Galicia.
La Ute Pinos-Enrich está formada por dos estudios de arquitectura de prestigio con obras muy conocidas. Fueron los responsables en Barcelona de la ampliación del Mercado de la Boquería; la rehabilitación del Hotel-Spa Son Brull en Mallorca, dos proyectos que fueron premiados a nivel internacional.
El segundo premio de 24.200€ fue para la propuesta con el lema BUXUS 117 presentada por los estudios de Elizabeth Abalo Díaz y Gonzalo Alonso Núñez, Francisco González Varela y María Fandiño González, que obtuvo una puntuación de 84 sobre 100 con un diseño arquitectónico que primaba la certificación ambiental y la eficiencia energética. Este equipo también presentó un meritorio currículo con obras como la construcción del edificio institucional y de I+D de la Universidad de Vigo en la Ribeira del Berbés.
El siguiente proyecto clasificado, que recibe un premio de 18.150€, resultó LALOP 123 del equipo formado por MGM Morales de Giles SLP, Irisarri Piñeira SL, HOLA Arquitectura SLP y García Fontán, quien ya había realizado obras como la rehabilitación de los cuatro edificios para la Sed de los Registros de la Propiedad en Vigo. Más allá de los tres primeros premios, el certamen concede accésits de 12.100€ para los finalistas restantes.
El presupuesto para esta obra es de más de 17 millones de euros para comenzar las obras en el próximo año y finalizar la rehabilitación en 2027.
En el siglo XV, esta finca fue habilitada como granja y perteneció a la familia Montenegro. De esta época data el palomar almenado de planta circular. En la finca se construyó una casa torre fortificada, donde Luis de Góngora pasó una temporada en 1609 y escribió parte de su libro Soledades.
En el siglo XVII era propiedad del Marquesado de la Sierra y posteriormente tuvo diferentes propietarios, comerciantes y empresarios como Francisco Genaro Ángel que la adquirió en 1791.
Más tarde se convirtió en residencia principal y casa de veraneo cuando vivieron en ella Eugenio Montero Ríos y su mujer Avelina Villegas, que en octubre de 1876 alquilaron la finca y la compraron el 16 de mayo de 1879 por 85.000 pesetas.
El pazo se convirtió en una ostentosa residencia con representativas funciones institucionales, además de casa residencial y lugar de veraneo, ocio y recreo.
En sus salones se trató el tema que después derivó en el Tratado de París tras la guerra con Estados Unidos de 1898, en la que España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas.