"Fue el mayor error de mi vida", asegura el conductor kamikaze que provocó el accidente múltiple de la AP-9 en Chapela
El acusado, que dio positivo por alcohol y drogas, se defiende argumentando que pensaba que conducía por el carril correcto
El conductor kamikaze que causó un accidente múltiple en la AP-9, a la altura de Chapela, en Redondela, conduciendo drogado y borracho, ha asegurado este jueves que él pensaba que iba por el carril correcto: "Fue el mayor error de mi vida".
Así lo ha señalado durante su declaración en la vista llevada a cabo por este caso en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo, donde ha reconocido que había consumido alcohol, cocaína y THC antes de coger el vehículo e introducirse en sentido contrario por la autopista.
Para tratar de dar una explicación al que calificó como "el mayor error de su vida", ha indicado que las condiciones climatológicas del día del accidente complicaban la visibilidad, ya que hacía mucha niebla y llovía. Además, la ingesta de alcohol y otras drogas hicieron que sus cualidades no estuviesen al 100%.
Según sus palabras, no fue hasta un minuto antes de la colisión cuando vio el primer coche que iba en sentido contrario al de él, momento en el que se dio cuenta de que se había equivocado.
Por ello, siempre tal como ha dicho en su declaración, disminuyó la velocidad y comenzó a dar de luces para hacerse ver, tratando de buscar una salida que no encontró, hasta terminar chocando con una furgoneta. Ese primer incidente, causó un accidente múltiple con varios vehículos más implicados.
El acusado ha insistido en que, desde ese momento, está "sumamente hundido" e "intentando remediar el error más grande de su vida", por lo que ha pedido perdón en varias ocasiones durante el juicio. También ha asegurado que era consumidor habitual de drogas y alcohol, por lo que lleva cerca de un año en un programa de desintoxicación.
Declaración de las víctimas implicadas
Tras él, han sido varios los implicados en el accidente que han acudido a declarar, explicando lo que vivieron en la mañana de aquel 20 de noviembre de 2022. Así, varios indicaron que ya se encontraron con un accidente de frente y, tratando de evitar chocar, recibieron un golpe por detrás de otro vehículo.
Asimismo, el primer conductor que impactó contra el procesado ha explicado que fue en un cambio de rasante y "en dos segundos" ya tenía de frente al coche del acusado. Pese a tratar de evitarlo, no lo consiguió.
Agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar han indicado que el varón tenía "signos evidentes" de haber consumido alcohol y drogas, como así lo demostraron después las pruebas realizadas. Pese a ello, presentaba una actitud "educada".
5 kilómetros en sentido contrario
Según se recoge en el escrito de acusación de la Fiscalía, el conductor condujo desde Vigo y entró en la autopista en sentido contrario, llegando a circular unos 5 kilómetros, a pesar de que, cuando entró en la AP-9, fue advertido por varios peatones de que estaba haciéndolo en sentido contrario.
A la altura del kilómetro 151, en la parroquia redondelana de Chapela, colisionó de frente con una furgoneta, provocando que esta perdiera su defensa. Otro conductor que circulaba por la autopista, al tratar de esquivar la pieza que estaba en la calzada, perdió el control del coche y se salió de la vía, colisionando primero contra una barrera de seguridad y luego contra otro turismo que, a su vez, salió proyecto e impactó contra otra furgoneta.
El conductor kamikaze que provocó el accidente múltiple fue sometido al test de alcoholemia, que arrojó resultado positivo de 0,93 y 0,91 mg/l; igualmente, en la prueba indiciaria de drogas, dio positivo para THC y cocaína.
Prisión y sanciones
Se da la circunstancia de que este conductor ya fue condenado en 2019 por circular bajo los efectos del alcohol, por lo que la Fiscalía pide que se le aplique la circunstancia agravante de reincidencia.
El ministerio público le atribuye, por los hechos de 2022, un delito de conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida, y cinco delitos de lesiones; y pide que sea condenado a 5 años de cárcel y a pagar una multa de 7.200 euros. Igualmente, reclama que se le prive del derecho a conducir durante 10 años.
En sus conclusiones finales, la defensa ha insistido en que los hechos no se enmarcan dentro de un delito de conducción temeraria "con manifiesto desprecio por la vida", debido a que su defendido "pensaba que circulaba por el carril correcto" y, cuando se percató del error, "disminuyó la marca y dio de luces a los demás usuarios".