Jorge Dafonte: "Las inundaciones se tienen en cuenta para el desarrollo urbanístico, el problema es lo que ya está construido"

Lugo

Es "muy improbable" que lo que sucedió en Valencia se reproduzca en Galicia, por las condiciones climáticas y la conformación junto con los materiales del sustrato. "No se puede decir imposible", explica Jorge Dafonte, porque sí podría darse "en pequeños ríos tras un periodo muy continuado de lluvia, como sucedió con la tormenta que hubo en Lugo en julio del 2010 cuando cayeron 40 litros por metro cuadrado en 40 minutos".

No podría suceder, continúa, "en cuencas grandes como la del Miño", tendría que producirse una tormenta muy intensa para que afectase a una cantidad de agua muy grande. Así lo explica el profesor de Ingeniería Agrónoma en la Escuela Politécnica Superior de Lugo, experto en Hidrología, y apunta que no por ello debemos de ser precavidos con la posibilidad de desbordamientos o inundaciones.

Explica, en primer lugar, cómo se determina qué zonas se determina que tienen riesgo de inundación: "Se considera aquella que tiene un período de retorno de 500 años, es decir, que son eventos que suceden una vez cada ese período de tiempo". En casos de edificios especialmente delicados, como colegios y otras infraestructuras similares, el período de retorno se reduce a 100 años.

Zonas de este tipo en Lugo hay varias, y muchas de ellas ya construidas. El edificio Impulso Verde, junto con el supermercado LIDL en la zona y en una de las rotondas que da acceso al centro comercial As Termas, por ejemplo, lo están. Señala también otras como algunos puntos de A Fervedoira.

Además a los márgenes de cualquier curso fluvial se establece una zona de policía, que son "cien metros que por defecto se consideran inundables". Aunque sobre esto hay matices, porque "cien metros son muchos en caso de ríos muy pequeños" y pueden solicitarse excepciones si se quiere construir en ellas.

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Construcciones en zonas inundables

En una semana en la que ADEGA ha puesto en el foco de la polémica el Plan Xeral de Ordenación Municipal de Lugo, porque aseguran que contempla el desarrollo urbanístico de zonas con riesgo de inundarse, el ingeniero agrónomo apunta que la ley obliga a contemplar estas circunstancias en planes de este tipo. Añade que deben contar además con la aprobación de la Confederación Hidrográfica correspondiente y en este sentido, aunque cree que la legislación "no es perfecta", si que señala que "avanzó mucho en los últimos años".

"El problema", matiza Dafonte, "es lo que ya está construido y estoy pensando, por ejemplo, en el colegio de A Ponte, que a principios del 2023 se inundó". La planificación hidrográfica y el cuidado de los ríos, prestando especial atención a las zonas con riesgo de desbordamiento, es fundamental para limitar la afectación sobre edificios e infraestructuras como esta, pero contemplando actuaciones en todo el curso del río, y no solo las partes próximas a zonas construidas.

"No se puede actuar solo en un tramo, sino en todo el territorio que vierte agua a ese río", dice Dafonte, que señala además que no es lo mismo un desbordamiento en una zona forestal, en la que no hay peligro de que afecte a terrenos agrícolas o viviendas, que en otra poblada. En este sentido podría ayudar, por ejemplo, conservar la vegetación en los márgenes del río en puntos más remotos para que las crecidas se produzcan en puntos en los que no causen daños.

En cuanto a lo que tenemos por delante tiene muy claro que "el riesgo de inundaciones debe tenerse en cuenta en el desarrollo urbanístico", y entiende que eso no está en duda. Otra cosa, matiza, "es si se tienen en cuenta todos los riesgos" o se asumen y se construye a sabiendas de que existe la posibilidad de inundación.