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Revés al gobierno de Sanmartín: el PSOE castiga su "soberbia"

Los socialistas han tumbado un modificativo de crédito para realizar cuatro grandes proyectos en la ciudad a riesgo de perder fondos NextGeneration si no se ejecutan en tiempo

Santiago

Está en riesgo la financiación europea para cuatro grandes proyectos de Santiago: la rehabilitacion del pabellón de Vite y del complejo deportivo Santa Isabel, las obras de accesibilidad en el Pazo de Raxoi y la plataforma logística de mercancías. El Concello llevaba al pleno extraordinario de hoy un importante suplemento de crédito de 1.8 millones de euros para poder seguir adelante con estas obras, terminarlas en tiempo y no tener que renunciar a la financiación europea con la que cuentan, pero el PSOE municipal ha tumbado el modificativo.

Argumentan los socialistas que el gobierno local no ha dialogado con ellos previamente sobre los proyectos de los que se va a detraer presupuesto para destinarlo a estos cuatro. Decía Gonzalo Muíños, el portavoz, que la falta de diálogo "se ha vuelto una costumbre" y alertaba a la alcaldesa de que "la soberbia juega malas pasadas". Aseguraban que, aunque el otro partido de la oposición, el PP, esté instalado en "el no por sistema", ellos no van a torcer el brazo sistemáticamente y "aceptar porque si".

Mientras la alcaldesa, Goretti Sanmartín, pedía responsabilidad a los grupos políticos para sacar adelante estos proyectos que califica de gran importancia para la ciudad y pedía disculpas públicamente por no mantener ese diálogo previo, que justifica con la urgencia con la que había que impulsar el modificativo. La concejala socialista Marta Abal proponía a Sanmartín que, si tan preocupada estaba por la posible pérdida de los fondos europeos, que convocara una comisión informativa de urgencia para el lunes para negociar con la oposición y llevar la cuestión al próximo pleno ordinario.

Por su parte el PP, que votó en contra del modificativo y también criticó la mala gestión del gobierno local, recordaba que ellos ya habían avisado hace un año de que la financiación corría peligro si las obras se retrasaban, cuestión que ahora se hace más palpable que nunca, según los populares.