Ilaix Moriba, el ave fénix que resurge en el Celta
Completó, por primera vez en Vigo, un partido entero
Vigo
El ave fénix es el ícono supremo de la esperanza y el renacimiento. Se trata de una emblemática criatura de fuego capaz de elevarse de manera majestuosa, a partir de las cenizas de su propia destrucción. Ese resurgir del fénix podría ser equiparable al que está teniendo en Vigo y en el Celta, el joven futbolista Ilaix Moriba. Porque aunque por edad está a la altura de nuestros canteranos. Moriba tiene 21 años, con 17 ya había irrumpido en la élite, aunque en todo este tiempo sólo acumule 37 partidos como titular en Primera División. A pesar de haberse formado en el Barcelona, con 18 años fue traspasado y no tuvo suerte ni en Valencia ni en Getafe. El Celta y Claudio Giráldez lo rescataron del Leipzig, de donde llegó cedido este verano y en Vigo está demostrando el fútbol que lleva en sus botas. El pasado sábado ante el Barcelona fue el mejor jugador del partido.
Poco a poco se ha ido convirtiendo en un imprescindible para Claudio Giráldez. De las últimas nueve jornadas ha participado en ocho y solo se perdió el partido ante el Real Madrid por su expulsión ante la UD Las Palmas. Ilaix Moriba suma seis titularidades este curso. Además entró en otras cinco ocasiones desde el banquillo jugando un total de 524 minutos. Su actuación ante el Barcelona podría suponer un punto de inflexión en su temporada en Vigo. En el recuerdo quedará el gol que pudo marcar y no entró, que se hubiera convertido, sin duda en el gol de la jornada. Pero nos queda su resurgimiento, como ave fénix que vuelve de sus cenizas para mostrar su mejor cara. El mito en Moriba se ha convertido en una realidad y esperemos que ese resurgir sea eterno. El aficionado del Celta y al fútbol quiere más partidos como éste para disfrutar de su fútbol.