Sociedad

Adiós a los microscopios en el área sanitaria Pontevedra-Salnés. A partir de enero se diagnosticará por imágenes con la implantación de la anatomía patológica digital

La digitalización de toda el área sanitaria incorporará la Inteligencia Artificial. El objetivo es que el nuevo sistema tecnológico esté operativo antes del traslado al nuevo Montecelo en 2026

El Hospital de Montecelo además de consultas, de camas, de quirófanos, de salas de pruebas y despachos médicos, cuenta en su interior con el llamado “corazón digital del área sanitaria”. Es un espacio lleno de ordenadores, máquinas y cables que permiten una gestión cada vez más automatizada y digitalizada: pedir una cita, conseguir material, guardar los resultados de analíticas y demás pruebas, el historial sanitario de los pacientes, o los datos laborales del personal. Todo ello depende del llamado sistema tecnológico del área sanitaria.

Físicamente no es más que una sala con armarios metálicos en forma de columnas, con guías troqueladas para atornillar equipos, unos sobre otros, y todos ellos interconectados por numerosos cables. Además todos duplicados para tener un plan B en caso de avería técnica. Aparatos que necesitan además un ambiente fresco; por eso en el suelo hay unas rejillas que insuflan aire fresco de forma continua para evitar recalentamiento.

Así es el cerebro tecnológico que permite funcionar al área sanitaria. A su frente, desde hace tan solo unos meses, se encuentra el ingeniero informático Marcos Santos, subdirector de sistemas y tecnologías de la información del área sanitaria Pontevedra-Salnés.

Asumió el cargo con el objetivo de llevar a cabo la transformación digital en el área sanitaria, aprovechando la construcción del nuevo hospital de Montecelo. Un proceso que ya está en marcha, aunque aclara que no es lo mismo que la digitalización de la información sanitaria, algo que ya se hizo a comienzos de este siglo impulsado por el incendio de la nave de Alba en el que ardieron todos los historiales clínicos del área sanitaria.

Marcos Santos señala que aquel suceso aceleró desde la Xunta la implantación del sistema IANUS, que es la historia clínica digitalizada en toda Galicia, “un sistema referente en todo el Estado”. Actualmente está en renovación con la versión 5, que pretende transformar la manera de consultar y se centra más en el paciente y sus problemas de salud.

Entre los cambios que permitirá figura también la incorporación de la atención a los pacientes en sus hogares a través de la Teleasistencia y la videoconsulta. Avances, según Marcos Santos permitirán “monitorizar al paciente de forma continua, evitando desplazamientos físicos cuando no sean necesarios, y actuando con medicina mas proactiva especialmente en pacientes con enfermedades crónicas y protocolos determinados”.

Unas mejoras tecnológicas digitales que afectarán también a Atención Primaria con equipos de diagnóstico por imagen como retinógrafos, ecógrafos portátiles, equipos multiparamétricos para electrocardiogramas o equipos que permiten hacer pruebas de laboratorio in situ. Un avance que, según Marcos Santos, “permitirá potenciar la atención primaria y tomar decisiones mucho más rápido”.

Como técnico, sostiene que la tecnología es fundamental y tiene que estar detrás de todos los procesos. En este punto señala que el gran reto actualmente está en la puesta en marcha del nuevo Montecelo a comienzos de 2026.

Desde el punto de vista tecnológico, explica que el objetivo es que no se solape la renovación digital con el traslado al nuevo hospital de todo el sistema tecnológico, aunque en algunos casos será inevitable.

Será el caso del sistema de gestión integral de las Urgencias que se pondrá en marcha ya en el nuevo Montecelo porque requiere de mucho espacio físico que no hay en el actual hospital.

Pero hay otros proyectos que ya se implantarán a partir de enero; es el caso de anatomía patológica digital. Según Marcos Santos será una transformación histórica: “se pasará de diagnosticar con microscopio a diagnosticar con imagen digital; algo parecido al cambio que experimentó la fotografía al pasar del carrete a la imagen digital”. Y anuncia que “Pontevedra será una referencia en el Sergas en este nuevo diagnóstico digital por imágenes” y que será el centro de formación para el sur de Galicia, Vigo y Ourense. Desde el punto de vista técnico, señala que el nuevo sistema “permitirá mucha más inmediatez para disponer de información de acceso al paciente a través de la aplicación Sergas Móvil”.

Pero además hay otros avances tecnológicos en marcha que se van a implantar en los próximos meses para acelerar la transformación digital antes del traslado al nuevo Montecelo.

Entre esos avances figura la incorporación a la sanidad de la Inteligencia Artificial, que de entrada “permitirá automatizar tareas”. Marcos Santos tiene claro que la IA ha venido para quedarse, ajustándola a la normativa y “de una forma sostenible para rentabilizar los elevados costes que conlleva, y siempre de forma segura para el paciente y para el profesional”.

Como ejemplo de esta aplicación, cita el servicio de Radiología en el que afirma que “ya no entenderían trabajar sin ella. Este año llevamos más de 40.000 pruebas de radiografías analizadas automáticamente por IA como apoyo al radiólogo para sospechas de lesiones”. Pero reveló además que se “están probando algoritmos de IA para aplicar a cribados de cáncer de mama, de colon, de pulmón o de próstata, y para detectar riesgos de insuficiencia renal crónica”.

Otra aplicación de la IA será en la historia clínica a través del sistema IANUS en la propia relación médico-paciente. Su función será la de generar “resúmenes de la consulta y que una máquina transcriba las conversaciones”. Pero también se va a aplicar IA en la gestión inteligente de las citas o como asistente en Sergas Movil para ayudar a los pacientes.

Todo este avance tecnológico no creará una sanidad más fría e impersonal, sino todo lo contrario. Marcos Santos dice que la irrupción de la Inteligencia Artificial en la sanidad aportará “un nuevo método de trabajo, porque la IA no descansa, trabaja 24 horas sin interrupción, y va a automatizar todas las tareas que hasta ahora hacían exclusivamente los profesionales; que dispondrán de más tiempo para centrarse en la faceta humana del paciente, y determinar cómo se encuentra algo que de momento no podrá determinar la IA”.

En todo caso, como técnico aclara que la IA será “un apoyo, no va a tomar decisiones por sí misma, porque siempre pasará por el filtro de un profesional”. Pero la IA tendrá también aplicaciones administrativas, y “será clave para gestionar las citas y las listas de espera, filtrando los casos para regular mejor la oferta y la demanda”.

La tecnología aporta avances evidentes pero también tiene sus riesgos, entre ellos las averías. Marcos Santos reconoce que “siempre es posible que pueda caer todo el sistema”; pero asegura que se han tomado medidas para minimizar el riesgo al mínimo. Entre ellas, todos los servidores están duplicados y se han previsto múltiples caminos de acceso, lo que conlleva “una tolerancia muy alta”.

Marcos Santos explica que “el Centro de Procesamiento de Datos tiene un índice de disponibilidad que supera el 99%, apenas puede parar 24 horas en todo el año. Son niveles de disponibilidad altísima y gran tolerancia a errores”.

Pero la digitalización de la medicina supone un problema añadido, la necesidad de un gran almacenamiento. Una necesidad que crece exponencialmente todos los años con toda la información sanitaria que se incorpora al sistema. Para resolver este problema Marcos Santos explicó que actualmente “se está creando un lago de datos para gestionar toda esa información”. Para ayudar a comprender lo que eso supone, explicó que una sola imagen digital de una prueba médica ocupa un gigabyte, lo que implicará que el Sergas generará cada tres meses un Petabyke (PB) una cantidad de almacenamiento que cuesta un millón de euros.

Pero además de aplicar la digitalización en toda el área sanitaria, Marcos Santos se encuentra diseñando con su equipo toda la dotación tecnológica del nuevo Montecelo. Señala que “antes de que se estrene el nuevo hospital a comienzos de 2026 hay que poner en marcha muchos procesos de transformación digital previos para que los profesionales ya estén trabajando con los nuevos sistemas para cuando cambien de ubicación física”.

Un cambio tecnológico muy complejo del que se ocupan menos de 20 personas para atender las necesidades de los 4.500 profesionales del área sanitaria, y de los 300.000 pacientes.

Como responsable tecnológico, afirma que tiene “un equipo de sistemas muy válido”, aunque reconoce que “están más desbordados cada vez porque cada día hay más cosas que dependen de la tecnología”. En todo caso, Marcos Santos asegura que se encuentra “muy ilusionado” porque encontró “un equipo directivo que está trabajando con mucha ilusión y esfuerzo por mejorar la atención a los pacientes”.

 
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