Remedios para el acero y prótesis con superpoderes: Campus Industrial de Ferrol, edad de oro en investigación

Ferrol

El Campus Industrial de Ferrol fue el primer recinto de especialización acreditado en España, una distinción de calidad que ha contribuido a proyectar la internacionalización de las dependencias universitarias, en las que complejos como el Citeni ejercen de silenciosa factoría en la que las ideas se convierten en realidades.

El Centro de Investigación en Tecnologías Navales e Industriales, un ámbito formativo de importancia capital históricamente en la oferta académica de la ciudad, alberga a un centenar de profesionales, repartidos en una decena de grupos de trabajo en el antiguo Hospital de Marina del barrio de Esteiro, una de las sedes de la Universidad de A Coruña.

Entre los proyectos que han salido a la luz desde sus despachos, un par de ejemplos; el primero de ellos, con David Barreiro como protagonista, un investigador que afirma que el inmueble "es muy interdisciplinar" porque acoge actividades sobre plásticos, láser o mecánica de fluidos, además de tener un "canal de ensayos único en España".

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El ingeniero, que acaba de desembarcar en el Von Karman Institute de Bélgica para abrir una etapa posdoctoral de varios meses, expuso hace unas semanas sus avances en torno a un método para mejorar la calidad del acero galvanizado, "una problemática industrial de hace más de 40 años".

Con el respaldo del mencionado centro belga y de la firma ArcelorMittal, apunta que las "líneas de producción de bandas de acero se sumergen en un baño de zinc fundido y arrastran parte de esa película", un efecto que compara a pasar "los nachos en el guacamole".

Ante el "espesor excesivo", se busca "uno mínimo para ahorrar material y aplican un chorro de gas a presión sobre la película líquida para reducirlo", práctica que, esta vez, explica con el ejemplo de tener las "manos mojadas y ponerlas en el secador; como un cuchillo de aire, se aplica sobre la película, que es revestimiento, y ayuda a controlar el espesor".

"El problema es que, para ciertas condiciones, las más atractivas para la industria porque llevan a mayores productividades y menores espesores, se generan ondulaciones en el producto final", reseña Barreiro, que detalló en un artículo reciente su aportación, desde el Grupo Integrado de Ingeniería, para perfeccionar los recubrimientos.

Recurrió en su trabajo a números adimensionales para comparar diferentes condiciones y entender el efecto de diversas variables en la película líquida, una tarea sobre la que precisa que el Campus Industrial "está avanzando a un ritmo que hace cinco o diez años", cuando él estaba estudiando, "no se pensaba".

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Le acompaña en el corazón de los talleres de Esteiro Florian Michaud, que relata cómo ha ahondado en las herramientas para "dar superpoderes a cirujanos para colocar lo mejor posible" prótesis de rodilla.

El Laboratorio de Ingeniería Mecánica del Citeni acaba de renovar su vínculo con la empresa Pixee Medical, francesa como el propio investigador, para desarrollar el programa de simulación vinculado a esta iniciativa, que refuerza la labor de una compañía que, con gafas de realidad aumentada, ya ha modernizado las intervenciones en este ámbito.

Al incluir la simulación en su gama de productos, incide el francés, se pretende "intentar que, antes de que haga el corte, el cirujano pueda predecir qué va a pasar en la rodilla"; no en vano, manifiesta que en un coche, si no va una pieza, se puede cambiar, pero, en el apartado sanitario, cada detalle es decisivo.

"Proponemos soluciones y calidad de trabajo que no encontraron en otros lados", reivindica Michaud, también inmerso en proyectos sobre la estimación de la fatiga muscular o el recurso a los sensores para precisar la posición de la columna vertebral.

Apostilla que su colectivo es "una parte más del mundo sanitario; el cirujano es el elemento principal y va a definir qué le interesa que hagamos, pero los ingenieros estamos detrás para darle esos superpoderes".

Con casi una década de trayectoria en la ciudad, donde hizo su tesis doctoral, el investigador quiere seguir "aquí el máximo tiempo posible" por el orgullo de que lo "hecho sirve de algo en el día a día", redunda en el papel vital de un entorno investigador que pone a Ferrol en el mapa mundial del talento con sello universitario.