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Y si ganamos, ¿qué?

El Toto Berizzo enseñó el camino para el asalto copero del Bernabéu

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El Toto Berizzo nos enseñó que "para que las cosas sucedan, primero hay que soñarlas". Y eso fue lo que hizo el celtismo en aquellos dos años de vuelta a Europa diez años después y semis de Copa del Rey, y semifinales de Europa League y Copa del Rey de nuevo. Hubo que cargarse a grandes equipos, hacer remontadas, ganar en campos que llevaban mucho tiempo sin ser profanados en celeste e, incluso, tener tardes de resistencia heroica.

Y eso pasó con el Real Madrid en los cuartos de final de la Copa en la temporada 2016-2017. El EuroCelta afrontaba, a doble partido, esa complicada eliminatoria ante el Real Madrid de Cristiano, Kross, Benzema y Modric. En el primer partido el Celta sorprendió al Real Madrid de Zidane. Lo desbordó por velocidad, lo ahogó con su presión al hombre y solamente dos zarpazos de Cristiano y de Lucas Vázquez, en el minuto 90, evitaron la victoria celeste. Fue un 2-2 que era un gran resultado para el Real Madrid y no tan bueno para los de Berizzo.

Pero allá se fueron con todo el descaro del mundo al Bernabéu. Berizzo tenía guardada alguna sorpresa táctica para intentar sorprender a Zidane y, una de ellas, lo logró. Puso a Iago Aspas en la banda derecha, a Bongonda en la izquierda y a Radoja casi acomodado en la posición de diez. La finalidad era clara: frenar la salida desde atrás del Madrid, fijar más a los centrales y taponar a Kross. También realizaba una misión de guardaespaldas en la presión alta. Como podrían descolgarse Wass o el Tucu, Radoja era el encargado de cuidarles las espaldas. De director de orquesta el Chelo Díaz para lanzar los ataques y, en la línea de cuatro atrás, Hugo Mallo, Cabral y Roncaglia. El Gato de Catoira fue el portero de aquella heroicidad celeste.

Enfrente estaba un rival que ya había sufrido en Balaídos y que no quería sorpresas. La única concesión fue mantener al portero de Copa, Kiko Casilla y dar descanso a Keylor Navas. Pero, a partir de ahí, Danilo, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kross, Modric, Marco Asensio, Lucas Vázquez y Cristiano Ronaldo. Como el partido estaba bastante complicado para el Madrid, tiró Zidane de Morata, Benzemá y Mateo Kovacic en el segundo tiempo.

El Celta hizo un ejercicio de esfuerzo, de concentración defensiva, de saber leer e interpretar que la forma de intentar hacer daño al Real Madrid era a la contra y aprovechando los espacios. Y eso fue lo que hizo. Era un partido para el protagonismo de los extremos y los laterales. Como así fue. La primera gran llegada del Celta fue gracias a una cabalgada de Jonny y un buen desmarque de Bongonda que tiró cruzado. El dominio era del Real Madrid y el Celta intentaba correr, sobre todo por la banda izquierda. Dos cabalgadas de Aspas y Bongonda no tuvieron buena finalización pero le habían ganado la espalda con facilidad a la defensa. Las incorporaciones de Wass en segunda línea le hacían también mucho daño al Madrid. Los de Berizzo aguantaron bien las embestidas blancas de los últimos minutos de la primera parte y la salida de la segunda.

Y ahí vuelve el Celta a cambiar el plan. El Toto le pide al equipo, que seguía con marca bielsista al hombre, que adelante la presión más arriba. La idea era poder robar más cerca de la zona de peligro y que, si el Madrid se estiraba, aprovechar más los espacios a su espalda. Y así fue.

En el minuto 60, Cabral roba un balón en zona de centrales. Se la da a Jonny en su lateral que ya ve como el Tucu le ofrece salida caído a banda izquierda en campo propio. El chileno ve como Radoja, en esa posición novedosa, está libre en el círculo central y lo habilita. Radoja con la izquierda abre a la banda para el carrerón de Bongonda por la izquierda que rompe a Danilo. Levanta la cabeza buscando a Wass y, el rechazo, lo pilla Aspas en el punto de penalti y marca por alto. La velocidad de Wass, Teo y Aspas lanzados desde la línea previa por Chelo, Radoja o Tucu.

Empataba en el 69 el Real Madrid con un mal despeje de Hugo Mallo que Marcelo aprovecha con un remate que rebotó en Roncaglia y sorprende a Sergio. Pero aquel Celta no iba a bajar la guardia. Cuando todo el mundo esperaba un arreón del Madrid llegó el golpe de los celestes.

Un minuto después de encajar el gol, tres jugadores enjaulan a Lucas Vázquez en su campo cuando viene a recibir de espaldas. Son Aspas, Tucu y Jonny que marca al hombre como manda el Toto. El de Matamá se adelanta a Lucas, roba muy arriba y se la da a Aspas. Y ahí todo cambia. El de Moaña le marca la carrera a Jonny y le asiste para dejarle solo delante del portero. Con la tranquilidad de un delantero, el lateral sorprende con un disparo raso a Kiko Casilla para poner el 1-2 y asaltar el Bernabéu.

Los últimos minutos el Celta defendió con mucho orden e incluso escondió el balón. Ganó piernas con la salida de Guidetti, Pione Sisto y Sergi Gómez.

Fue la última gran victoria del Celta en el Bernabéu. Fue el día que soñamos con eliminar al Real Madrid en el Bernabéu y se logró. Y si ganamos, ¿qué?