Juicio de la discoteca Tokyo: "Me tiró la copa como un jugador de balonmano"

Dos jóvenes han comparecido este martes en el Juzgado de lo Penal 2 de Vigo tras haber protagonizado una pelea el 9 de diciembre de 2024 en la discoteca Tokyo de Vigo, donde uno de los procesados, Pedro C., sufrió, en una de las manos, la sección de dos tendones y la mitad de otro.

Este procesado ha reconocido ante la jueza que le dio un puñetazo a Rubén R.F. en medio de una discusión debido a que ambos habían chocado en la discoteca y que, a raíz de ese golpe, el otro acusado le lanzó la copa como si fuera un "jugador de balonmano, desde arriba", que él puso las manos y que el vaso le produjo los cortes.

Rubén ha explicado que él saludó a una amiga, Andrea, con una copa en la mano y en ese momento recibió un puñetazo de Pedro, la copa le cayó al suelo y sintió como si le cayeran "200 puñetazos" encima, si bien ha desmentido que él le tirara el vaso.

Según su versión, se protegió con las manos, se echó hacia atrás y acabó con un ojo rojo, el pómulo y el labio inflamados y su camiseta con sangre, aunque no era suya.

Aunque Pedro ha descartado que la discusión comenzara por un ataque de celos, Andrea, que entonces era su pareja y ahora es amiga de Rubén, ha afirmado que ese fue el motivo porque el chico se había acercado a saludarla y darle dos besos.

Según ella, Pedro le dijo en un primer momento que él se había cortado con la copa, pero después le confesó que no sabia cómo había sido.

Carla, amiga de Rubén, ha dicho que cuando este se acercó a Andrea a darle dos besos, el otro chico le propinó un puñetazo, la copa le cayó de las manos y a ella le mojó la ropa.

David, amigo de Pedro, ha asegurado que Rubén levantó la copa y se la tiró al otro chico, que la paró con la mano.

Para su curación, Pedro necesitó cirugía, tratamiento médico y 121 días, con un perjuicio estético leve valorado en 3 puntos.

Pedro se enfrenta a un delito leve de lesiones por el que le piden 540 euros de multa y 200 euros de indemnización, mientras que Rubén se enfrenta a una pena de 2 años de prisión y una indemnización próxima a los 12.000 euros.