Moncho Fernández, entrenador de Girona, próximo rival del Leyma: "Este partido no es una final"

A Coruña

El programa Tirando de tres, de Radio Coruña Cadena SER, tuvo como invitado al entrenador de Bàsquet Girona, Moncho Fernández, en una entrevista en la que el técnico compostelano repasó su llegada al equipo catalán, su adaptación a una nueva ciudad y los retos deportivos que enfrenta en la Liga Endesa.

Un cambio de entrenador como punto de inflexión

Fernández llegó a Girona en enero tras la destitución de Fotis Katsikaris, y su irrupción ha sido interpretada como un revulsivo en la trayectoria del equipo. Aunque se mostró crítico con las afirmaciones absolutas sobre el efecto de los cambios en el banquillo, reconoció que “cuando llegas en una situación difícil, lo primero es hacer ver al equipo que sigue vivo, que todo es posible y que el camino es el trabajo”. Insistió en que cada caso tiene su contexto y que no siempre cambiar de técnico implica una mejora inmediata, pero en Girona sí ha supuesto un punto de inflexión.

No siempre es la solución

Aprovechando la conversación, Moncho expresó su escepticismo ante las generalizaciones sobre el impacto de un relevo técnico. “En baloncesto todo depende del contexto. A veces el cambio funciona, otras no. Hay casos como el nuestro o el de Casimiro en Lugo, pero también muchos en los que no se dan los resultados esperados”, afirmó. Para él, la estabilidad y la confianza también pueden ser herramientas poderosas, y cada club debe valorar cuidadosamente qué necesita su proyecto antes de tomar decisiones drásticas.

Una llegada en un momento complicado

Moncho aterrizó en Girona a mitad de temporada, en un contexto adverso: el equipo ocupaba la última posición en la clasificación y venía de duras derrotas, entre ellas una en casa frente al Leyma Coruña. “El estado anímico no era el mejor. Pero con trabajo y foco en el día a día, conseguimos meternos de nuevo en la pelea”, explicó el técnico, que apostó desde el inicio por un cambio de estilo y por reconstruir desde lo básico: la confianza.

El reencuentro con el Leyma: sin etiquetas ni dramatismo

En vísperas del duelo ante el conjunto coruñés, Moncho fue claro al rechazar etiquetas como "final" o expresiones como "equipo de nuestra liga". “Ese partido no es una final. Quedan nueve más. Y todos los equipos de la liga son de nuestra liga, porque si no, nunca podrías ganarle al Barça”, afirmó. También negó que el partido pueda decidir el futuro del Leyma, y subrayó que el foco debe estar en el trabajo propio, no en la presión del rival: “Pase lo que pase el sábado, el lunes habrá que volver a entrenar”.

El valor de la primera victoria

Su estreno en el banquillo de Girona no fue sencillo. Cayeron en Lugo y después en Zaragoza, pero el equipo rompió la racha con una victoria en Lleida y, poco después, sorprendió derrotando al Barça en casa. “La primera fue fundamental. Es como destapar la botella. Sin esa, probablemente no habría habido la segunda”, reflexionó Moncho.

El papel de los jugadores: Maxi Fjellerup como ejemplo

Moncho destacó el crecimiento de algunos jugadores, especialmente el argentino Maxi Fjellerup: “Es de los más trabajadores que he entrenado. Vive el baloncesto 24 horas al día”. A pesar de un problema en el tobillo que lo ha limitado recientemente, el técnico valoró su compromiso y liderazgo como clave en el vestuario.

De Santiago a Girona: una mudanza vital

Tras 14 años al frente del Obradoiro, el cambio ha supuesto un giro personal importante. “No es habitual estar tanto tiempo en un sitio, y menos si es tu casa. Pero ya lo había vivido antes, cuando fui a Gijón, Murcia o Lugo”, comentó. A pesar de la distancia, explicó que sus hijos ya son mayores —uno estudia en A Coruña y otra en Compostela— y eso ha facilitado el cambio.

“Echas de menos a la familia, claro. Pero este trabajo te obliga a tener la maleta siempre lista”, añadió, valorando también la riqueza de conocer una nueva ciudad, otra lengua y otra forma de vida.

Adaptarse a un nuevo cuerpo técnico

Sobre la adaptación a un nuevo staff tras tantos años con Gonzalo Rodríguez y Víctor Pérez, Moncho se mostró cómodo: “Aquí me he encontrado con un cuerpo técnico muy implicado, que siente los colores del club”. Destacó la figura de Miqui, que empezó como voluntario y ahora es entrenador asistente, y de Álex, uno de los fundadores del club.

Con Marc y Pau Gasol como referentes

La presencia de los hermanos Gasol es otro de los factores singulares del proyecto. Moncho habló con admiración de Marc, presidente del club, y de Pau, vicepresidente, que recientemente participó en un entrenamiento del equipo. “Que alguien con su experiencia comparta su visión es un lujo. Los jugadores americanos lo miraban con devoción”, recordó.

Foco en el trabajo propio, sin mirar al rival

Preguntado por la preparación de los partidos, Fernández insistió en que el foco está en su propio equipo: “Nos centramos en mejorar lo nuestro, sin obsesionarnos con el rival. Lo que está en nuestras manos es lo que cuenta”.

¿El extranjero en el horizonte?

Moncho no descarta una experiencia fuera de España. De hecho, en noviembre viajó a Brooklyn para visitar a Jordi Fernández y vivir un partido de los Nets con su hijo mayor. “Fue una gran experiencia, tanto profesional como personal. Hay que estar abierto a todo”, confesó.

El humor de la lluvia y el arraigo gallego

La entrevista terminó con una nota de humor al hablar del tiempo en Girona: “Me dijeron que aquí no llovía, pero llevamos semanas pasadas por agua. Ya me dicen que me la he traído yo desde Galicia”. Y cerró con un guiño en gallego: “Ata que non pasen 92 días consecutivos de chuvia, isto só é orballo”.