A Mariña es más que playa: cinco sitios para descubrir el interior de la comarca
La guía Ana Pena, de 'Guía tu día', nos lleva de paseo por los lugares menos conocidos, lejos de la masificación y que merecen mucho la pena

A Mariña es más que costa: cinco sitios para descubrir el interior de la comarca
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Lugo
La comarca de A Mariña tiene muchos atractivos turísticos, y las cifras que lo reflejan y que no paren de crecer lo demuestran. Sin embargo, la mayor parte de los visitantes terminan concentrándose en unos pocos lugares, que terminan masificándose.
Los municipios de la costa son los que más turismo reciben, por la cercanía a las playas y porque han terminado por ser los más conocidos, pero en el interior de la comarca hay muchos otros lugares que merece la pena visitar. La guía turística Ana Pena, de Guía tu día, repasa cinco planes para disfrutarlos.
Paseo del Río Ouro y Finca Galea
En los Mlinos de Damián, en Alfoz, empieza el Paseo del Río Ouro, una ruta "muy sencilla" que bordea el río. Tiene algo más de ocho kilómetros de longitud, en tiempo recorrerla lleva aproximadamente dos horas y cuarenta y cinco minutos.
La guía turística la recomienda porque el recorrido pasa por la Finca Galea, que alberga el Museo Etnográfico del Agua. "Es un sitio excepcional, enorme, de mas de sesenta mil metros cuadrados de un paraje natural, rodeado de este río", explica, "con molinos, árboles fosilizadas y un lago". "Naturaleza pura", añade Ana Pena.
Fervenza do Escouridal
En el límite entre Alfoz y el municipio vecino, O Valadouro, se encuentra la cascada más alta de la comarca. La Fervenza do Escouridal, con ochenta metros de altura. Hay también una ruta de senderismo que a tarvés de ocho kilómetros la conecta con Pena Abaladoira, un conjunto de rocas graníticas de entre las que destaca una de cinco metros de largo.
Fraga da Becerreira y Museo de José Rocha
Cambiando de concello, en Trabada Ana Pena nos propone pasear por la Fraga da Becerreira: "El paisaje es espectacular, la ruta no es muy larga y ciruclar, que para quien le gusten es un punto positivo, a mí me parece que tienen mucho más encanto". En total son unos ocho kilómetros de recorrido entre árboles autóctonos, "una auténtica fraga".
"En Trabada está también el Museo Etnográfico de José Rocha", añade, "donde se pueden ver objetos antiguos que nos trasladan al pasado y nos permiten ver, por ejemplo, una antigua escuela o enseres que usaban nuestros antepasados".
Monasterio de Vilanova de Lourenzá
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El Monasterio de San Salvador, en Lourenzá, fue fundado por el conocido por el Conde Santo en el año 969. Al sarcófago del su impulsor se le atribuyen propiedades milagrosas y en el interior del edificio se atesoran hasta 28 reliquias.
Hornos de calcinación de A Pontenova y la tirolina de la mina Consuelo
En A Pontenova se pueden visitar los resquicios de su pasado industrial acercándonos a los hornos de calcinación que funcionaron a principios del siglo XX. "También hay un paseo, la ruta de los hornos, que es muy bonita", explica Ana Pena. En este caso es algo más corta, de dos kilómetros y medio, y conecta con las minas de las que se extraían los materiales para nutrir los hornos.
"Una opción para aumentar un poco la adrenalina que además está muy bien es la visita a la Mina Consuelo", apunta. Además, a ellas se puede acceder a través de una tirolina que tiene "una versión para adultos y otra infantil, así que para familias con niños también es un plan muy acertado".
No deja de recomendar, la responsable de 'Guía tu día', visitar el interior de las minas. "Son dos y muy distintas la una de la otra, ambas merecen mucho la pena", asegura.




