"Honradez, valorar el producto y mucho corazón", los secretos de Amelia y Generoso para una vida feliz detrás de los fogones

Lugo

'Toda unha vida detrás dos fogóns' son los reconocimientos con los que la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Lugo reconoce las trayectorias de algunos de los nombres propios que contribuyen a hacer honor a esa máxima de "para comer Lugo". Entre los homenajeados este año están Amelia y Generoso, que durante más de veinte años han regentado, mano a mano, A Lonxa de Burela.

"No sé si lo merecemos o no, pero desde luego es una alegría y una grata sorpresa que se acuerden de nosotros", dice Amelia. Entiende el premio como un reconocimiento a la dedicación y el compromiso que requiere dedicarse al sector de la hostelería: "Agradecemos a quien valora nuestra profesión, lo que se pasa, la tensión y el sacrificio, porque a veces es muy frustrante, a pesar de que haces las cosas con la mejor de las intenciones, como en cualquier otra, me imagino".

"Por suerte los sin sabores en nuestro caso fueron los menos", añade al reflexionar sobre tantas décadas en el sector. En su caso, tuvo que reconvertirse. Conoció a su marido, Generoso, cuando él trabajaba en la cafetería del Hospital Polusa, en Lugo. "Cuando decidimos venirnos a Burela primero estuvimos en la cafetería del Hospital de la Costa, y después aquí, durante mas de veinte años", explica. Aunque asegura que fue muy feliz, también cuenta que en el primer momento la decisión fue difícil: "Yo era auxiliar de clínica, me encantaba mi trabajó y costó, me causó mucho pesar, pero ya me metí en los fogones y hasta que nos jubilamos".

Lo de ser pareja en lo personal, y también en lo profesional, reconoce, costó algún pequeño conflicto, pero supieron llevarlo bien: "Mi marido es muy tranquilo, yo menos", dice entre risas. "No hay que negar que a veces hay choques, pero no nos fue nada difícil de llevar", asegura. Cada uno "tenía su parcela, yo en la cocina", y con dos hijos que sacar adelante "no quedaba otra, pero no nos costó nada adaptarnos".

Fortuna y esfuerzo

Amelia cree que el éxito y la felicidad que han cosechado ha sido la "gran suerte" que han tenido con lo clientes y los trabajadores, pero también que supieron "ayudar" a esa buena fortuna con mucho trabajo. "Tuvimos clientes que estuvieron con nosotros desde el primer día hasta el último, incluso algunos que venían a comer los fines de semana y no fallaron más que a lo mejor en tres ocasiones durante años", recuerda con orgullo. A ellos quiere también "hacerles un honor" y compartirles el reconocimiento, al igual que con sus trabajadores.

El secreto, según cuenta, siempre ha sido la honradez y, si tiene que dar un consejo, apunta tres cuestiones. La primera, la humildad. En segundo lugar, cree que es muy importante valorar un buen producto y "trabajar con buenas materias primas". Por último, lo imprescindible es, para ella, "ponerle mucho corazón a lo que haces". A su parecer, "no se trata de una cadena de cojo y tiro, cojo y tiro". "Nosotros trabajamos con la mayor honestidad posible, con buen producto y mucho sacrificio", asegura, y eso ha sido lo que les ha valido el reconocimiento de todo el sector.