Idiomas y niños: cómo y cuándo empezar para tener éxito

A Coruña

Aprender idiomas desde pequeños no solo es posible, sino que además es una ventaja para toda la vida. Así lo explica Carmen Iglesias en La Aventura de Aprender de Hoy por Hoy A Coruña, que nos comparte su experiencia y reflexión sobre cómo los niños y niñas pueden absorber nuevas lenguas con naturalidad, siempre que el enfoque sea el adecuado.

Cuanto antes, mejor: el papel de la plasticidad cerebral

La ciencia lo respalda: hasta los siete u ocho años, el cerebro infantil es una esponja. La plasticidad neuronal permite que los niños y niñas adquieran sonidos, estructuras gramaticales y vocabulario de manera mucho más sencilla que en la edad adulta. Por eso, empezar cuanto antes es una decisión acertada, especialmente cuando se plantea el aprendizaje de forma natural, como ocurre con la lengua materna.

Adiós a la gramática aburrida: aprender como los bebés

Uno de los errores más comunes en el aprendizaje tradicional de idiomas es centrarse en la gramática desde el principio. Carmen lo tiene claro: “Los idiomas se deben aprender como aprenden los bebés su lengua materna: escuchando e imitando”. Esta metodología, basada en la comprensión y la expresión oral, elimina bloqueos habituales como el miedo al ridículo o la vergüenza a equivocarse, frecuentes en adultos que aprendieron idiomas únicamente desde el papel.

Trilingüismo y mezcla de lenguas: ¿es un problema?

Es normal que un niño o niña que está expuesto a varios idiomas mezcle palabras o tarde más en adquirir vocabulario en cada lengua por separado. Sin embargo, esto no solo no es un problema, sino que es parte del proceso natural. Según nos cuenta Carmen, esta fase de confusión se estabiliza con el tiempo, y el resultado final suele ser una gran soltura en más de un idioma.

Además, vivir en un entorno bilingüe o trilingüe como Galicia es una oportunidad única para enriquecer el desarrollo lingüístico, siempre que se aproveche con normalidad y sin miedos.

Aprender jugando: clave para interiorizar conceptos

Otro de los pilares fundamentales del aprendizaje de idiomas en la infancia es el uso del juego como herramienta educativa. Proyectos como los que se desarrollan en centros que apuestan por el inglés a través de la dramatización o la gamificación tienen resultados sorprendentes. Juegos, dinámicas grupales, actividades manipulativas y visuales no solo hacen que el idioma “entre mejor”, sino que también facilitan la comprensión a través de múltiples canales sensoriales.

La importancia de escuchar antes de escribir

En los primeros años, es más importante que los niños y niñas entiendan y se comuniquen que dominar la escritura o la gramática formal. Carmen pone el ejemplo de familias preocupadas porque sus hijos aún no escriben correctamente en inglés. Su respuesta es clara: “No pasa nada, ya lo aprenderán. Lo importante es poder comunicarse, y eso empieza por hablar”.

Un aprendizaje significativo que perdura

Cuando el conocimiento se construye a través de proyectos, dinámicas prácticas y trabajo en equipo, los resultados son mucho más sólidos. Carmen lo ve a diario en el colegio de sus hijos: “Si tú lo has trabajado con un proyecto, has buscado información, lo has compartido… queda más consolidado que memorizar algo y repetirlo en un examen”.

En resumen, cuanto antes se inicie el contacto con un idioma, mejor. No solo por la facilidad de adquisición en edades tempranas, sino por la posibilidad de hacerlo de forma divertida, sin presión y con una metodología adaptada a las necesidades reales de la infancia. El aprendizaje de idiomas debe ser una experiencia viva, lúdica y libre de miedos. Porque cuanto más juegan, más aprenden.