El Celta Femxa Zorka pierde la categoría

Vigo

Duro fin de semana para el baloncesto vigués. La situación era complicada porque el equipo de Cristina Cantero jugaba en Valencia para cerrar la Liga y para seguir en la máxima categoría del baloncesto nacional tenía que ganar. Y si no ganaba...esperar que IDK o Araski perdieran uno de sus partidos. En eso se confiaba, en que el Ensino de Elba Garfella o el Cadi La Seu de Regi Aguilar le echasen una mano a un Celta que salió vencido ya en Valencia nada más empezar el partido. Porque no hubo piedad por parte del equipo de Raquel Carrera y Alba Torrens y la victoria no podía ser más contundente. 90-46 al final del encuentro, pero con un partido que ya estaba resuelto al descanso.

Toda vez que en Valencia no había nada que hacer, tocaba esperar el milagro. El que se produjo la pasada temporada cuando al finalizar el partido de Navia, la tablet de Silvia Caíño hizo ponerse en pie a todo el pabellón para celebrar una temporada más en la élite. En este caso, en todos los hogares de la afición céltica, además del partido de Valencia los televisores cambiaban de la cita de Araski (que también quedó resuelta de forma rápida) a la pista de Lugo donde el Ensino estuvo a punto de permitir la salvación del Celta, a punto...pero no llegó. Y finalmente IDK se llevó el triunfo y con él todas las esperanzas de Vigo y del Celta.

El Celta cierra la campaña con un balance de 9 victorias y 21 derrotas, sólo empeorado por el otro descendido, el colista Osés Construcción Ardoi, que ganó 4 partidos y perdió 26.

Ahora toca rehacerse y volver a empezar. Costó 11 años recuperar la categoría después de que el Celta decidiese dar un paso atrás para recuperar su economía y seguir creciendo. 11 largos años que se celebraron por todo lo alto hace dos con el ascenso en Navia. 714 días ha durado la travesía por la Liga Endesa. Una travesía que nos ha enseñado lo que puede conseguir una afición. Una afición que ha llenado el feudo vigués partido tras partido y a pesar de los resultados. Una afición envidiada en todos los pabellones de España y una afición que seguirá ahí para intentar regresar de nuevo a la élite. Se lo merecen