Una taza de café para unir a dos generaciones y romper estigmas

Lugo

Una taza de café es, a menudo, el centro de un encuentro, por ejemplo, de un grupo de amigos o con la familia. También puede ser el principio de una relación o una excusa para conocerse más, e incluso un momento de terapia. En la cafetería de especialidad Urbe, en la Rúa Nova de Lugo, han sido varias tazas de cafés de distintos tipos y otra de té matcha lo que ha permitido reunir a un grupo de abuelos y abuelas con otro de chicos con discapacidad intelectual para pasar un rato agradable.

Se trata de una actividad en la que han colaborado el centro de la Cruz Roja en A Milagrosa con el centro de patología dual de Castro Ribeiras de Lea, donde es psicóloga Marta Meijide. "La idea surgió hablando con el educador social y la psicóloga del centro de A Milagrosa, con la intención de unir, y que no estén tan categorizados unos por un lado y otros por otro", explica. Pensando qué podían tener en común, y viendo que en los dos centros había usuarios "muy cafeteros" decidieron organizar una cata de cafés de especialidad para que pasasen "un momento entretenido todos juntos".

David y Josito son dos de los usuarios del centro de Castro Ribeiras de Lea que participaron en la actividad, y explican que estuvieron probando "varias clases de cafés, como uno de origen brasileiro" y además, cuenta, pudieron ver "cómo los preparaban". Probaron también el té matcha, aunque con este no se atrevieron todos. Aunque David y Josito aseguran que les gustó, algunos de los mayores del programa de envejecimiento activo de la Cruz Roja en A Milagrosa no quisieron darle la oportunidad: "Yo es que el verde no me atrae", señalaba uno de ellos.

Probaron desde un café infusionado hasta un expresso con un toque de cacao, y cada uno escogía su favorito. Algunos incluso pedían repetir los que les habían gustado especialmente. Sobre todo destacaban "el aroma intenso", y aseguraban que se trataba de "cafés muy buenos", pero a pesar de que para hacer la cata en condiciones no se recomienda, algunos no se resistieron a pedir un sobre de azúcar. "Esta noche vamos a tener que salir a la discoteca", decía una de las usuarias de A Milagrosa, "porque después de tanto café a ver quien pega ojo".

Tan importante como la terapia

Entre cafetera y cafetera pasaron "una tarde divertida, porque están en su salsa y se lo pasan bien", apunta la psicóloga, "pero también contribuimos a romper estigmas". Marta Meijide explica que "entra dentro de las actividades de integración que hacemos, salen a tomarse un café que es una actividad que tenemos muy normalizada y tenemos que ir integrándolos en este tipo de momentos". Es tan importante, asegura, "como las terapias que hacemos dentro de los despachos y las consultas", dice, porque "contribuyen a su bienestar y mejoran su calidad de vida".

David y Josito confirma que les encantó participar en la actividad y que se lo pasaron "muy bien" junto a los usuarios de A Milagrosa. David explica, además, que le hizo pensar en su abuela, porque con ella tomaba "mucho café". "Me acuerdo de que tenía una cafetera de esas de cristal, que había que ponerle un filtro y echabas el agua", cuenta, "y me hizo recordar esos momentos de mi infancia".