"Esto no se ha acabado": las peñas del Leyma Coruña piden luchar hasta el final
Representantes de colectivos y peñas del Basquet Coruña reclaman al club ambición, respeto a la afición y una gestión más profesional en el tramo final de la temporada en Liga ACB
A Coruña
En plena recta final de la temporada, con la permanencia en la Liga ACB en juego y un ambiente cargado de incertidumbre, el programa Tirando de tres reunió a representantes de varias peñas y colectivos del Leyma Coruña para tomar el pulso al sentimiento de la afición. La conclusión fue unánime: esto no está terminado y hay que seguir luchando hasta el último partido.
El orgullo de ser equipo ACB
Manolo Rey, de O Sanedrín do Forno, abrió el debate con un mensaje contundente: “Estamos en la 24/25 y somos un equipo de ACB. Tenemos que comportarnos como tal”. Para él, hablar de planificación de la próxima temporada cuando aún quedan siete partidos por jugar es “una falta de ambición y de respeto al deporte”. Rey, además, reclamó fichajes urgentes ante la lesión de Trey Thompkins y criticó la falta de liderazgo visible por parte de la directiva: “Echo de menos el compromiso que, por ejemplo, muestra Carmen Lence con el Breogán”.
“El club tiene una deuda con todos nosotros: la afición, los patrocinadores, las instituciones. No podemos bajar los brazos”, sentenció.
Entre la ilusión y la resignación: la voz de las peñas
Desde Aglutínate, Tomás Herrero apostó por combinar presente y futuro: “Tenemos que disfrutar cada partido, pero también empezar a pensar en el año que viene”. Destacó que la transición a ACB se hizo con prisas y pidió más planificación si se produce el descenso: “Queremos volver, pero con las cosas bien hechas”.
Herrero también lanzó un guiño al compromiso sentimental con los jugadores que hicieron posible el ascenso: “Prefiero descender con los que nos subieron que con fichajes de última hora sin vinculación con el club”.
Ana Varela, de Trebón Laranxa, pidió “alma y corazón” hasta el último minuto de competición: “Aunque sea difícil, hay que pelearlo todo. Esta afición no merece menos”. También reclamó más protagonismo para jugadores con proyección de futuro como Ángel Núñez o Santi Martínez.
“No podemos aceptar que haya jugadores que parezcan desconectados. El que está, tiene que darlo todo”, dijo con rotundidad.
“No vamos al Coliseum a ver ACB, vamos a ver al Basquet Coruña”
La reflexión más repetida a lo largo del programa fue la necesidad de consolidar una masa social fiel, que no dependa solo del rival que visita el Coliseum. Pablo Cobas, del Tsunami Naranja, destacó el crecimiento del club a nivel de afición: “Hace dos años, en las fotos del pabellón no había nadie en la grada. Ahora somos 7.000”. También subrayó la importancia de mantener ese capital social, juegue el equipo en ACB o en Primera FEB.
“Yo no voy al Coliseum a ver ACB. Voy a ver al Basqet Coruña, gane o pierda”, recalcó.
Críticas a la gestión y al modelo de club
Mark Castro, de Espíritu 23, fue claro: “Hemos llegado tarde a muchas cosas: fichajes, comunicación, parte médico...”. Señaló como ejemplo negativo la actitud de ciertos jugadores y la falta de liderazgo en momentos complicados. “Los jugadores de LEB están comprometidos. Otros, no tanto”.
“Nos falta cultura de club, y eso empieza por dentro. El club tiene que empezar a parecer profesional en todo”, subrayó.
Por su parte, Iván Castiñeiras, de Os Cuñaos, reclamó profesionalización: “No puede ser que un club de ACB tenga una estructura de andar por casa”. Considera que, aunque el descenso es probable, el club debe trabajar desde ya en la próxima temporada sin hacer declaraciones derrotistas: “Hay que cuidar el discurso. No podemos dar la sensación de haber tirado la toalla”.
“No sabemos si el año que viene seguiremos en ACB, pero tenemos que parecer un club ACB hoy”, insistió.
¿Dónde jugaremos el próximo año?
Uno de los temas más recurrentes entre los aficionados fue la incertidumbre sobre la sede del equipo en la próxima temporada. La posibilidad de volver al Palacio de los Deportes genera debate: el Coliseum ofrece visibilidad y capacidad, pero el ambiente más cercano del Palacio podría ser clave para una hipotética reconstrucción del proyecto en Primera FEB.
Además, la falta de infraestructuras propias vuelve a salir a la luz. “Un club que no puede hacer dobles sesiones de entrenamiento porque no tiene pista disponible no está preparado para competir al máximo nivel”, explicó Iván, recordando una conversación con el entrenador Epi durante un vuelo tras un partido fuera de casa.
¿Y ahora qué?
A falta de siete jornadas, con rivales como el Barça, Tenerife o Baskonia en el horizonte, las cuentas para la salvación son complicadas. Pero el mensaje es claro: la afición quiere pelear hasta el último segundo.
El Coliseum ha demostrado que A Coruña tiene hambre de baloncesto. Pase lo que pase, los colectivos reclaman una estructura sólida, liderazgo visible y respeto por una afición que ha respondido como nunca. Porque como resumió Manolo Rey: “Somos ACB y tenemos que comportarnos como un club ACB hasta el último minuto”.




