El Rápido de Bouzas elige una gestora con una mujer al frente para sacar el club a flote

Vigo

El Rápido de Bouzas intenta escribir un nuevo capítulo en su historia tras sobrevivir a una de las épocas más complicadas en sus más de cien años de historia. Después de que padres de la escuela, entrenadores y jugadores se plantasen la pasada temporada, obligando a la junta directiva presidida por Alfonso Caneiro a un vaivén de idas y venidas, dimisiones y desmentidos y a caminar por la cuerda floja durante toda la temporada con la sensación de no pisar suelo firme en ningún momento, el club aurinegro intenta pasar página.

Así, se puede decir que la que está a punto de terminar es una temporada de transición, en la que la directiva tuvo que asumir que la situación había cambiado y que la era de la opacidad y el cerrojazo que hasta el momento había en la cúpula del Pujales había llegado a su fin. Si el club quería sobrevivir, la directiva tenía que asumir cambios que apaciguasen las aguas revueltas para dar paso a una calma tensa que parecía poder saltar por los aires en cualquier momento. Entre los cambios, tal vez el más notable fue la apertura a la entrada de nuevos socios, especialmente entre los padres de la escuela, con una oferta que permitía un descuento de cien euros en la cuota anual de la escuela para aquellos que se hicieran socios. Sin embargo, la entrada de nuevos socios no parecía permitir cambios inmediatos en la cúpula del club debido a que los nuevos socios no pueden presentarse a las elecciones hasta tener una antigüedad mínima de dos años.

De este modo, el club intentó superar el curso con un esfuerzo importante para reorganizar la estructura deportiva, tras la marcha de muchos de los miembros del cuerpo técnico y jugadores de peso en casi todas las categorías. De hecho, muchos comentaban esta semana en Bouzas que este año ha sido el primero en el que todos los entrenadores habían cobrado puntualmente el primer día de cada mes.

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Y así, con un presidente y una directiva que no se dejó ver apenas por el club, fueron pasando las semanas hasta llegar el momento de las elecciones. Descartada la opción de que repitiese la lista de Caneiro, la candidatura quedó desierta y el 31 de marzo nadie acudió a votar al Baltasar Pujales, con lo que se abrió el proceso interno para la conformación de una gestora. Un proceso que culminó este viernes en una asamblea de socios en la que se decidió conformar esta gestora con una mujer, Marisa Giráldez Álvarez, como presidenta. El cargo de vicepresidente lo ocupará Adrián Pena González siendo Daniel Bermúdez Carpintero el secretario y Tino Piñeiro Carballo el tesorero. En la gestora también habrá tres vocales que resultaron ser Pablo Prieto Pérez, miembro del cuerpo técnico al frente del Benjamín A; Manuel Iglesias García, conocido por todos como Zaragallas y un miembro histórico del club, en el que entró en 1961 ocupando varios cargos directivos desde entonces y Víctor Alonso, siendo Xavier Jove Rivera vocal suplente.

Esta lista, aprobada por aclamación entre los socios presentes en la asamblea, todavía tiene que oficializarse con el visto bueno del Concello de Vigo y la Xunta de Galicia, un mero trámite tras el que tendrán la difícil labor de poner orden, tanto en lo financiero como en lo social y deportivo, y sacar a flote un club centenario que cuenta con la mayor cantera de la ciudad de Vigo, con casi quinientos niños inscritos, hasta que se convoquen de nuevo elecciones y la entrada de nuevos socios permita, por fin, la conformación de al menos, una lista con la que retomar el rumbo que nunca debió perderse.