Apagón histórico en A Coruña: radio, solidaridad y supervivencia en un día para recordar
Hablamos con Isabel encerrada en un ascensor, Samuel coordinando rescates en Cruz Roja, Alfonso al volante del bus, Lucía entre hornos apagados y Puri sirviendo hamburguesas en Jumbo

Historias de un apagón histórico en A Coruña
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A Coruña
Isabel encerrada en un ascensor, Samuel coordinando rescates en Cruz Roja, Alfonso al volante del bus, Lucía entre hornos apagados y Puri sirviendo hamburguesas en Jumbo. Historias cotidianas que ayer, durante el gran apagón que afectó a toda España, se transformaron en relatos de resistencia, compañerismo y humanidad.
Una ciudad a oscuras, miles de personas adaptándose a la incertidumbre y un sinfín de historias que contar. A Coruña vivió un apagón histórico que dejó imágenes insólitas: vecinos rescatando atrapados, hornos apagados, hamburgueserías al límite y jóvenes escuchando la radio en terrazas.
"Me quedé atrapada en el ascensor": la odisea de Isabel
Isabel, 83 años, subía a su casa en el edificio Apolo cuando el ascensor se detuvo entre pisos. Sola, claustrofóbica y sin comunicaciones, luchó contra el miedo durante más de una hora.
"Intenté controlarme, pero fue durísimo. Gracias a la radio de pilas y a mis vecinos, no me sentí tan sola", explicó emocionada en Hoy por Hoy A Coruña con Teba Chacón.
Una historia de resistencia y humanidad en uno de los momentos más delicados del apagón.
Cruz Roja: intervención sin descanso
Samuel Fernández Redondo, director provincial del Área de Socorro de Cruz Roja en A Coruña, coordinó un dispositivo de emergencia sin precedentes.
"Cuando fallaron las comunicaciones, trabajamos codo a codo con Policía Local, Nacional y bomberos para llegar a quienes más lo necesitaban", relató.
Voluntarios trasladando personas, asistiendo emergencias médicas y salvando obstáculos tecnológicos. La solidaridad, una vez más, encendió la noche.
Autobuses en marcha: una sorpresa sobre ruedas
Mientras muchos servicios caían, los autobuses urbanos de A Coruña resistieron. Alfonso González García, conductor, lo vivió en primera línea:
"Nuestro sistema funcionó. Para los pasajeros, ver que el bus estaba operativo fue un alivio enorme."
El tráfico, sin embargo, se descontroló a primera hora, aunque se fue calmando con el paso de las horas.
Hornos apagados, clientes en masa
En La Tahona, la panadera Lucía García vivió escenas de auténtica psicosis:
"La gente arrasaba con todo. Solo querían llevar algo de comer a casa."
Un día caótico en el que las pilas, las radios y los alimentos básicos se convirtieron en tesoros preciados.
Puri y Jumbo: hamburguesas bajo presión
En la Hamburguesería Jumbo, la histórica Puri logró alimentar a decenas de personas a golpe de plancha de gas:
"Se fue la luz y de repente el local y la calle se llenaron. Me quedé sin mercancía."
Sin maquinaria eléctrica, improvisaron con lo que había. Hambre, nervios y solidaridad en cada bocadillo servido.
Radios, terrazas y bazares chinos: el pulso de la ciudad
La radio se convirtió en la gran protagonista. En bazares chinos, las radios de pilas y linternas se agotaban. En las terrazas, jóvenes escuchaban las noticias mientras compartían cafés y cervezas.
"Vinimos a comprar radios y linternas para estar informados. No sabíamos cuánto iba a durar", explicaban varios amigos en la peatonal de Ángel Senra.
Un apagón que iluminó a las personas
La falta de electricidad dejó claro algo esencial: cuando falla la tecnología, lo que queda es la gente. El apagón de A Coruña fue mucho más que un corte de luz: fue una demostración de humanidad, resiliencia y solidaridad.




