Así funcionan los grupos electrógenos: el sistema que evitó el caos durante el gran apagón en España
En Hoy por Hoy A Coruña hablamos con Marga González, de Genesal Energy
¿Cómo funciona un generador eléctrico?
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A Coruña
El reciente apagón que afectó a gran parte de España puso en evidencia la importancia de contar con sistemas de respaldo energético capaces de garantizar el suministro eléctrico en situaciones críticas. En este contexto, los grupos electrógenos se convirtieron en una pieza clave para asegurar el funcionamiento de hospitales, infraestructuras de telecomunicaciones y servicios esenciales. Para entender cómo funcionan estos equipos y cómo se movilizó el sector ante la emergencia, hablamos con Marga González, directora de Servicio de Asistencia Técnica en Genesal Energy, empresa especializada en la fabricación de grupos electrógenos con sede en el polígono de Bergondo.
¿Qué es un grupo electrógeno y cómo funciona?
Un grupo electrógeno es un equipo diseñado para generar energía eléctrica de manera autónoma. Tal como explica Marga González, su principio de funcionamiento consiste en un motor que mueve un alternador, generando así corriente eléctrica. Esta energía puede ser utilizada para abastecer cualquier tipo de instalación que necesite suministro, especialmente en momentos en los que falla la red eléctrica convencional.
Aunque existen diferentes tipos de grupos electrógenos, los más habituales funcionan con combustible diésel. El sistema se gestiona a través de cuadros de control inteligentes que permiten activar y monitorizar el suministro energético cuando se detecta un fallo en la red.
¿Qué sectores dependen de los grupos electrógenos?
La necesidad de disponer de un suministro eléctrico alternativo no es exclusiva de grandes infraestructuras. Según destaca González, cualquier empresa o servicio que ofrezca actividades consideradas críticas debe contar con este tipo de equipamiento.
Hospitales, centros de datos, empresas de telecomunicaciones, industria alimentaria o instalaciones de emergencia son solo algunos ejemplos de sectores donde la energía ininterrumpida es vital para proteger tanto vidas humanas como procesos productivos.
Respuesta de Genesal Energy ante el apagón nacional
Ante la magnitud del reciente apagón, Genesal Energy activó de inmediato su protocolo de emergencia. Su equipo técnico, acostumbrado a operar en servicio 24/7, organizó un gabinete de crisis para coordinar la respuesta de manera eficiente.
“Hicimos una reunión de emergencia entre todos los departamentos —ingeniería, producción, administración— para unir esfuerzos humanos y técnicos y garantizar la operatividad de los servicios esenciales”, explica Marga González. El plan de acción priorizó los hospitales y las telecomunicaciones, desplazando técnicos al terreno en función de la gravedad de cada incidencia, además de ofrecer asistencia remota cuando fue posible.
Se establecieron turnos de trabajo reforzados para asegurar la disponibilidad de los técnicos durante todo el tiempo que durase la crisis, una medida que resultó fundamental para mantener el suministro eléctrico en infraestructuras críticas como el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC).
La importancia estratégica de invertir en grupos electrógenos
La experiencia del apagón ha dejado una lección clara: contar con un grupo electrógeno adecuado y en perfecto estado de mantenimiento no es un lujo, sino una necesidad estratégica.
“Debemos entender que disponer de estos equipos es una inversión y no un gasto”, subraya González. La prevención y la preparación son esenciales para minimizar el impacto de futuras emergencias eléctricas. No basta con adquirir el equipamiento: su correcta instalación, revisión periódica y mantenimiento continuo son fundamentales para asegurar su funcionamiento cuando realmente se necesite.
Conclusión
El apagón en España ha servido como recordatorio de la fragilidad del sistema eléctrico ante circunstancias imprevistas. Empresas como Genesal Energy han demostrado la importancia de contar con soluciones de emergencia fiables y equipos profesionales capaces de garantizar la continuidad del suministro en los momentos más críticos.
La apuesta por sistemas de energía de respaldo, junto a una cultura de mantenimiento preventivo, será cada vez más decisiva para proteger servicios esenciales y mantener la actividad económica y social en situaciones de crisis.
