Vuelta progresiva a la normalidad en Pontevedra tras el apagón general que afectó a toda España y Portugal

Progresiva vuelta a la normalidad tras el apagón que afectó a toda la península ibérica. La luz llegó progresivamente durante la madrugada a las provincias de Pontevedra y a Coruña, aunque aún hay zonas sin suministro. Son sobre todo pequeñas localidades del rural, según datos de la delegación del Gobierno.

Las principales incidencias se centran hoy en la enseñanza y el transporte ferroviario. La Xunta decretó la suspensión de las clases y el transporte escolar para reducir la intensidad del tráfico y ahorrar combustible. Una medida que afecta también a las escuelas infantiles y a los centros de día. También se suspendieron para hoy las actividades deportivas federadas.

Sigue suspendido el transporte ferroviario, tanto la conexión con Madrid a través de la alta velocidad como los enlaces del Eixo Atlántico. Renfe no concretó aun cuando se espera retomar la circulación y la normalidad del servicio.

También se espera recuperar progresivamente la normalidad en el ámbito sanitario. Los Hospitales funcionaron ayer gracias a generadores alternativos, aunque la actividad se redujo al máximo para ahorrar energía. En los centros de salud y los Pacs se atendieron únicamente las urgencias al no poder acceder al historial clínico de los pacientes. Y en las farmacias se dispensaron solamente medicamentos sin recetas ante la imposibilidad de acceder a la receta electrónica. Los productos más vendidos ayer fueron comida para bebés, especialmente cereales y potitos.

En materia de seguridad, el delegado del Gobierno manifestó en la cadena Ser que no se han registrado incidentes importantes. En la comarca, el suceso más relevante tuvo lugar en la urbanización de Monte Porreiro donde esta madrugada ardieron dos coches que estaban estacionados en la calle Luxemburgo, cerca de la Guardería. Según la policía local de Pontevedra se trata de un suceso intencionado que se está investigando.

Durante toda la madrugada se puso en marcha un dispositivo especial de seguridad en toda la provincia de Pontevedra, coordinado desde la Subdelegación del Gobierno. Estuvo formado por efectivos de la policía nacional y Guardia Civil con el refuerzo de las policías locales, bomberos y servicios de Protección Civil.

También se puso en alerta a la Brilat y a la Escuela Naval por si fuera necesaria la intervención del Ejercito en algún momento.

Según la subdelegación del Gobierno el dispositivo permitió contar con 91 patrullas policiales que vigilaron toda la provincia.

Entre las incidencias, referir nueve intervenciones de los bomberos de Pontevedra que tuvieron que rescatar en la capital a personas que se habían quedado atrapadas en ascensores en el momento del apagón, ayer a mediodía. Entre ellas una profesora y alumnos del colegio de las Calasancias.

Por lo demás, el apagón dejó ayer en la comarca las mismas estampas que en el resto del Estado: tiendas cerradas por imposibilidad de efectuar pagos y empresas a medio gas por la falta de luz e internet. El apagón afectó a todos los sectores, aunque algunos hicieron su agosto. Fue el caso de las panaderías que vendieron todos sus productos y de las ferreterías que agotaron sobre todo las pilas, linternas, cocinas de gas y velas.

También fue intensa la actividad en los supermercados que pudieron abrir al contar con generadores propios. Los clientes se aprovisionaron sobre todo de productos de alimentación, pero también de pilas y de radios, que se agotaron en muchos establecimientos.