Begoña Castro: “La salud mental del alumnado debe ser tratada por profesionales especializados, no solo por docentes”
El Colegio de Psicología de Galicia reclama la incorporación de psicólogos educativos en los centros escolares

Begoña Castro, integrante de la sección de Psicología Educativa del Colegio Oficial de Psicología de Galicia
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A Coruña
El Colegio Oficial de Psicología de Galicia ha solicitado en los últimos días la incorporación de profesionales especializados en psicología educativa en los centros escolares gallegos. Una figura inexistente actualmente en el sistema educativo de Galicia, pero presente desde hace años en los modelos educativos de países como Portugal, Dinamarca, Alemania o Suecia.
Begoña Castro, integrante de la sección de Psicología Educativa del Colegio Oficial de Psicología de Galicia, destaca la urgencia de esta medida. “Cuando hablamos de salud, nos referimos tanto a la salud física como a la salud mental. Nadie duda de que la salud física debe ser abordada por médicos. Sin embargo, la salud mental se deja en manos de docentes y otras figuras que no tienen la competencia profesional adecuada”, explica Castro.
Según la experta, la figura del psicólogo educativo es clave para intervenir, asesorar, formar y realizar un seguimiento dentro de la comunidad educativa. “Muchas situaciones que podrían prevenirse o tratarse en los centros son derivadas directamente a las unidades de salud mental, lo que provoca una saturación de estos servicios y deja problemas sin abordar en su contexto adecuado”, añade.
Galicia, sin psicólogos educativos en las aulas
La ausencia de esta figura en Galicia contrasta con la realidad de otros países europeos, donde el psicólogo educativo tiene un espacio propio dentro del sistema educativo. Según Castro, su presencia permite atender el bienestar psicológico como base para un aprendizaje eficaz e integral.
“El alumnado que se siente estable emocionalmente rinde mejor, presenta menos conflictos y desarrolla competencias fundamentales para su vida adulta”, afirma.
Un papel preventivo clave
Castro subraya además que algunas funciones propias del psicólogo educativo se han asignado en Galicia a los coordinadores de bienestar o a los departamentos de orientación, que no siempre cuentan con la formación específica en salud mental.
El último informe del Consello de Contas alertó de un aumento en el consumo de ansiolíticos y antidepresivos entre menores de 19 años. Begoña Castro considera que esta tendencia podría frenarse con la presencia de psicólogos educativos en colegios e institutos.
“Trabajar desde la prevención siempre es protector. Existen programas de autocuidado, prevención de violencia de género o acoso que hoy en día aplican los docentes sin la formación específica necesaria”, advierte.
Asesorar también a familias y docentes
Más allá de la intervención directa con los estudiantes, la figura del psicólogo educativo también permitiría asesorar a las familias y a los propios profesores. “Estamos hablando de crisis de ansiedad, violencia de género camuflada, agresiones, separaciones, intentos autolíticos o suicidios. Los docentes no tienen la formación ni la competencia para abordar estas situaciones tan comprometidas”, concluye Begoña Castro.
Desde el Colegio Oficial de Psicología de Galicia recuerdan que la incorporación de psicólogos educativos no solo protegería la salud mental del alumnado, sino que reduciría los costes futuros en intervenciones sanitarias, absentismo y fracaso escolar.




