El Celta más práctico suma un triunfo con sabor europeo

Vigo

En uno de los partidos más flojos de la temporada y con un estilo contrario al que le caracteriza, el Celta consiguió vencer a una pobre Real Sociedad (0-1) que demostró porque atraviesa su peor racha en Liga. Estos tres puntos hacen que el equipo vigués tenga pie y medio para disputar competición europea la próxima campaña.

Hasta siete cambios con respecto al encuentro contra el Sevilla introdujo Claudio Giráldez en la alineación y el inicio fue prometedor, ya que Borja Iglesias se plantó solo ante Remiro tras un gran pase de Fer López, pero su remate se fue desviado. Con el paso de los minutos se vio que ambos conjuntos apostaban por un ritmo bajo y las imprecisiones eran algo habitual. El cuadro donostiarra solo generaba peligro a través de las acciones a balón parado, aunque no conectaba cabezazos certeros.

Todo indicaba que se llegaría al descanso sin goles, sin embargo, en el minuto 44, una rápida jugada celeste hizo que Alfon se quedara solo ante el portero rival. Su primer disparo se estrelló en Remiro, aunque, por suerte, el rebote lo volvió a caer al albaceteño que a la segunda sí superó al guardameta local. Quinto gol del extremo, lo que le convierte en el tercer máximo realizador del Celta.

Impotencia realista

Con ventaja en el marcador, los de Giráldez dieron un paso atrás y cedieron la iniciativa a una Real que se mostraba apática y con poca claridad en el área rival. Lo intentó Pablo Marín con un disparo desde la frontal que detuvo Guaita en dos tiempos. Más clara la tuvo Oyarzábal con un testarazo flojo que se estrelló en el larguero.

El mayor susto fue en el minuto 85 cuando un chut de Zubimendi pegó entre el brazo y el costado de Beltrán dentro del área. Ninguna repetición aclaraba la zona de impacto del balón, por lo que el VAR dictó que no había penalti. Con esta victoria y en caso de tropiezo mañana de Rayo, Mallorca y Valencia, el Celta podría certificar matemáticamente su clasificación europea con dos jornadas de antelación, algo impensable cuando empezó el campeonato en agosto.