Europa tendrá que esperar

Vigo

La fiesta completa que todo el celtismo esperaba se tiene que aplazar una semana. A pesar de adelantarse en el marcador, el equipo vigués estuvo por debajo de lo esperado en el primer tiempo y vio como el Rayo Vallecano le remontaba (1-2). El cuadro franjirrojo supo aguantar su ventaja y llevarse la victoria y dejar la pelea de los dos últimos billetes europeos entre tres clubes.

De nuevo Giráldez introdujo novedades en la alineación con Ristic, Yoel Lago o Pablo Durán de inicio, dejando a jugadores en buen momento como Borja Iglesias o Carreira en el banquillo. Empujados por una afición entregada desde el inicio, los celestes salieron extramotivados y pronto recibieron el premio del gol. Swedberg recibe dentro del área un buen pase de Mingueza y su disparo a puerta pega en el brazo de Lejeune. Penalti claro y que transformó Marcos Alonso con un lanzamiento de panenka.

Sin embargo, prontó llegó el tanto del empate. Isi Palazón se eleva para cabecear un centro excelente de Espino y su testarazo dentro del área supera a Guaita. Con empate de nuevo, se vio mucho más asentado a los vallecanos, con oficio y veteranía, que aprovecharon las dudas que estaba dejando la defensa de cuatro. En el descuento del primer tiempo, Lejeune pone un buen balón a De Frutos, que controló solo dentro del área, regateó a Yoel Lago y superó al portero celeste con un remate pegado al palo.

Reacción sin premio

Tras el paso por los vestuarios, Giráldez recuperó la defensa de tres centrales y la mejoría fue evidente desde el comienzo de la segunda parte. Batalla se lució para desviar dos disparos y el rechace le cayó a Fer López cuyo tiro lo sacó Espino bajo palos. Poco después, un chut de Swedberg desde la frontal se fue rozando el poste. Viendo el devenir del choque, Íñigo Pérez hizo hasta cuatro cambios y consiguió reducir el peligro celeste.

En el tramo final, todos los tiros del conjunto vigués se estrellaban ante un inspirado Batalla, que hasta tenía la suerte de que los rechaces le favorecían. Sorprendió la tardanza en la entrada de Borja Iglesias, que apenas tuvo diez minutos sobre el campo.

Con esta derrota, el Celta sigue séptimo y tiene un punto de margen sobre Rayo y Osasuna. Los tres equipos se la disputarán ante rivales que no se juegan nada, aunque el campo del Getafe no trae buenos recuerdos.