Myriam Goluboff: "La arquitectura puede mejorar el bienestar si se entiende desde lo humano y lo natural"
La arquitecta y profesora universitaria, de 90 años, recibe el reconocimiento de la Unión Profesional de Galicia y del Colegio de Arquitectos

A Coruña
La arquitecta y profesora de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña, Myriam Goluboff Sheppes, ha sido distinguida con el Premio a la Excelencia y Compromiso Profesional 2025, concedido por la Unión Profesional de Galicia. Un galardón que reconoce su amplia trayectoria docente y su aportación singular a la arquitectura, siempre desde una mirada interdisciplinar, crítica y humana. Con 90 años recién cumplidos, Goluboff visitó los estudios de Radio Coruña Cadena SER para compartir su emoción por este doble homenaje.
Una vida dedicada a la docencia y la arquitectura desde la sensibilidad
Goluboff nació en Buenos Aires en 1935, hija de un químico argentino y una madre uruguaya. Estudió Arquitectura en su ciudad natal, aunque reconoce que su vocación surgió de forma casi misteriosa: "Tal vez fue mi tío materno, que estudiaba en Montevideo y me enseñó un libro de esculturas de Miguel Ángel... algo se encendió ahí", explicó en el programa Hoy por Hoy A Coruña.
En 1975, anticipando la llegada de una dictadura militar en Argentina, Goluboff se trasladó a Europa junto a su familia. Tras un paso por París, fue A Coruña la ciudad que finalmente la acogió, gracias a la mediación del arquitecto Jesús Bermejo. Aquí encontró su espacio en la naciente Escuela de Arquitectura, donde desarrolló gran parte de su vida profesional y personal.
"La Escuela fue mi familia. Desde que llegué hasta después de jubilarme, estuve siempre vinculada. Fui subdirectora, jefa de estudios, y sobre todo, docente vocacional".
Arquitectura bioclimática, ecología y geología: una mirada pionera
Durante décadas, Myriam Goluboff ha defendido una arquitectura centrada en el bienestar humano, con especial atención a la ecología, la geología y los materiales naturales. Fue una de las primeras en estudiar el impacto del radón en Galicia y en investigar cómo el subsuelo y las fallas geológicas pueden influir en el confort de las viviendas.
"Siempre estuve entre lo científico y lo mágico. Estudié geología, hice mediciones de radón... y también analizaba cómo se sentía la gente en función del terreno sobre el que vivía".
Además, fue una firme defensora de la arquitectura bioclimática, diseñando viviendas con ventilación y orientación adaptadas al entorno. "Hay casas que funcionan sin apenas calefacción si se diseñan bien. En Galicia, con viviendas unifamiliares, eso es perfectamente viable", subrayó.
Las galerías de A Coruña: belleza, tradición y funcionalidad
Uno de los elementos que más cautivó a Goluboff al llegar a A Coruña fueron las galerías acristaladas. De hecho, dedicó un trabajo de investigación a demostrar su eficacia como aislante climático: "Las galerías no solo embellecen la ciudad, también protegen la fachada del viento y la lluvia. Se puede estar bien dentro sin apenas calefacción".
Confiesa que se enamoró de la ciudad paseando por la Marina con su hijo pequeño, y desde entonces ha vivido siempre cerca de ese entorno. Aunque reconoce que algunos barrios han crecido de forma desordenada, su amor por A Coruña sigue intacto: "Me encantan las zonas clásicas, la ciudad vieja, las galerías... siempre me gustaron los edificios con alma".
Reflexiones sobre el futuro del puerto interior de A Coruña
En la parte final de la entrevista, Goluboff compartió su visión sobre uno de los debates urbanísticos clave de la ciudad: el futuro del puerto interior. Aunque asegura que aún no ha estudiado el tema en profundidad, sí lanza una reflexión clara:
"Desde 1975, A Coruña ha ganado casi 70.000 habitantes y ha perdido muchos espacios verdes. El puerto es una oportunidad para recuperar espacio libre, para el deporte, el paseo, el ocio. Es algo que la ciudad necesita".
Aunque se muestra cautelosa respecto a la posible construcción de viviendas, defiende que el valor de ese espacio como área de expansión urbana verde puede ser incalculable. "Habrá que estudiar bien cuánto se construye y dónde. Pero abrir el puerto a la ciudad puede ser muy positivo si se hace con sensibilidad".
Una referente que sigue pensando en el mañana
A sus 90 años, y pese a haber pasado recientemente por un bajón de salud, Myriam Goluboff sigue estudiando, investigando y opinando con lucidez sobre el futuro de la ciudad en la que ha vivido medio siglo. Su legado como arquitecta y docente se completa con un pensamiento abierto y siempre en diálogo entre ciencia, intuición y humanismo.
"Las fiestas por mi cumpleaños me levantaron. Y sigo estudiando lo del puerto... A Coruña merece un futuro pensado con cabeza y corazón".




