"Las sustancias añadidas a los plásticos son más problemáticas que el propio material", advierte un informe de la UVigo
El proyecto europeo LabPlas ha estado coordinado por el CIM, con la participación de 17 socios de 8 países

Microplásticos / Getty Images

Después de cuatro años de trabajo rastreando el origen de los microplásticos presentes en el medio ambiente europeo, el proyecto europeo LabPlas (LAnd-Based solutions for PLAStics in the Sea -soluciones terrestres para los plásticos en el mar) se ha cerrado con una advertencia: "las sustancias añadidas a los plásticos son más problemáticas que el propio material".
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Así lo ha indicado, según explica la Universidad de Vigo, el investigador responsable del proyecto, Ricardo Beiras.
"Como investigadores, debemos tener en cuenta que uno de los resultados más útiles del proyecto es el de cambiar la perspectiva, dejar de preocuparnos por los polímeros, polietileno y otros materiales, y centrar la atención en las sustancias añadidas”, ha señalado.
Beiras, catedrático de Ecotoxicología en la Universidad de Vigo, ha advertido de que “debido a las medidas de protección intelectual" no se conoce la composición de muchos plásticos y resulta que, en muchas ocasiones, esas "sustancias añadidas son realmente más problemáticas que el propio material".
Proyecto europeo con socios de 8 países
El proyecto europeo que coordinó el Centro de Investigación Mariña (CIM) de la Universidad de Vigo con la participación de 17 socios de 8 países, se ha cerrado con una reunión final en Vigo.
El estudio, financiado con 5 millones de euros a través de un programa europeo, rastreó las fuentes de plástico en el medio ambiente, centrándose en evaluar las interacciones de estos elementos con los ciclos naturales, determinar cuáles son sus procedencias, la tipología y el tamaño de los residuos y su recorrido hasta llegar al medio marino.
LabPlas permitió el desarrollo de herramientas analíticas y modelos computacionales que permiten detectar microplásticos y nanoplásticos en rangos de tamaño inferiores a una micra, evaluar su toxicidad, y mapear su distribución en los ecosistemas.
Además, trabajaron en métodos para identificar polímeros y aditivos, entre ellos los provenientes del desgaste de neumáticos.
Uno de los logros clave del proyecto fue la integración de bioensayos de toxicidad que permiten analizar no solo el impacto físico de los plásticos, sino también la lixiviación de sustancias químicas -proceso mediante el cual compuestos químicos se desprenden o se disuelven desde un material sólido hacia un líquido- que pueden incorporarse a las redes tróficas y causar efectos biológicos adversos.
LabPlas generó materiales de formación y recomendaciones técnicas dirigidas a instituciones públicas, personal investigador y la sociedad.




