Poio homenajea a Manuel Viéitez, uno de los mayores impulsores y amantes del Bosque de Colón

El Concello de Poio homenajeo este viernes a Manuel Viéitez, agente ambiental que vivió por y para el Bosque de Colón. Fue precisamente allí, en medio de las 500 secuollas rojas que dan un toque distinto al Monte Castrove, donde más de un centenar de vecinos y amigos se dieron cita para para rendir un emotivo homenaje a uno de los mayores impulsores del bosque, el más grande de Europa en esta especie.

Fallecido hace mes y medio a causa de una enfermedad, la familia de Viéitez fue la protagonista del acto. Tanto su esposa como sus hijos y nietos se mostraron muy emocionados al escuchar las palabras de las distintas personalidades que hablaron de su relación con el agente, así como de su pegada en el bosque. Entre ellos el profesor universitario John McElroy, la persona que decidió iniciar el proyecto para que el Gobierno estadounidense cediera en 1992 las 500 secuollas rojas a Poio con motivo del quinto centenario del Descubrimiento de América y basándose en el parecido, afirmó el profesor, entre Galicia y el norte de California. A sus 91 años y tras enterarse del fallecimiento de Viéitez, McElroy decidió viajar desde Arizona junto con su mujer y su hija para estar presente en el homenaje.

El acto se basó en la plantación de una nueva secuolla roja, la 501 del bosque, cedida por el Centro de Formación e Experimentación Agraria de Lourizán, que corrió a cargo del profesor e hija y nietos del agente ambiental desaparecido. También en la instalación de una placa en su honor, en la que versa un agradecimiento tanto en castellano como en inglés.

En el homenaje a Manuel Viéitez estuvieron presentes autoridades políticas como el alcalde de Poio, Ángel Moldes, el delegado de la Xunta en Pontevedra, Agustín Reguera, o el director territorial de la Consellería de Medio Ambiente, Nicolás Lorenzo. Por su parte, el gaitero de Postosanto Óscar Ibáñez fue el encargado de amenizar el acto con música tradicional.