Más unidos que nunca para celebrar el regreso a Europa del Celta

Vigo

Si de algo puede presumir el Celta esta temporada es de la conexión con sus aficionados. Una conexión merecida, una conexión trabajada y una conexión de profunda identificación con un proyecto. Uno que está liderado por un entrenador que cree firmemente en la cantera y unos canteranos que han demostrado que sí tienen nivel para jugar en Primera División y que el salto no era tan grande.

Esta unión se ha demostrado durante toda la temporada con un Balaídos que no ha bajado de los 20 mil espectadores. Y esta unión ha quedada demostrada una vez más, con un Getafe con 4 mil almas celestes que querían arropar a su equipo en el último partido de la temporada y una afición que llenó la Plaza de América, en la noche del sábado pasando por Peinador para recibir a los suyos para volver a la susodicha plaza para seguir celebrando que el Celta, después de ocho años va a regresar a Europa.

La tarde de celebraciones empezó en el Concello de Vigo, donde el alcalde y buena parte de la corporación recibió al equipo vigués. El alcalde recibió una camiseta del Celta y prometió que Iago Aspas, el culpable de todo, tendría su merecido homenaje en la ciudad y una estatua conmemorativa en Balaídos.

Tras el recibimiento en el Concello, los autobuses en los que iban la plantilla del Celta y de As Celtas, se dirigieron a la Plaza de América donde, desde bien entrada la tarde, miles de personas enfundadas en la celeste, esperaban a los héroes europeos. Y el más esperado, deseado y ovacionado fue Iago Aspas. Una vez más tenía que ser él el encargado de salvar a este equipo, en este caso regalarle una clasificación europea que ya había prometido en Manchester.

"Hicimos una temporada de la ostia, pero el próximo año esperamos mejorarlo sabiendo la dificultad que eso tiene. Hemos hecho de Balaídos un fortín inexpugnable, y todo gracias a vosotros porque habéis estado a nuestro lado durante todo el año", eran las palabras del capitán del Celta a los suyos. Fue el propio Aspas el que le cedió la palabra a la presidenta del Celta, Marián Mouriño, recibida con una felicitación por su 50 cumpleaños de todos los presentes en la plaza.

No podía tener la presidenta del Celta un regalo de cumpleaños mejor.

Los futbolistas del Celta fueron presentados uno a uno, y la afición pidió la continuidad de hombres como Sergio Carreira, Ilaix Moriba o Borja Iglesias. Claudio Giráldez, que portaba una bandera con el mensaje "feito en A Madroa" también tomó la palabra para agradecer y cumplir sus sueños. "Un día soñé ver Vigo así, un día soñé que un grupo de amigos podían meter al Celta en Europa y creo que si algo nos llena de orgullo a todos es que a parte de lo que conseguimos, lo hemos hecho todos juntos y podemos decir con orgullo y bien alto que somos del Celta". Sin duda, uno de los héroes de la tarde el técnico de O Porriño.

La fiesta terminó con miles de personas, con sus bufandas en alto, entonando lo que ya se ha convertido en una religión, la Oliveira dos cen anos, himno del Celta, para dar paso a la música que continuó para los que se quisieron quedar mientras los autobuses del Celta regresaban con los héroes de la temporada a la casilla de salida.

Se cierra un año mágico para el celtismo y se cierra de la mejor manera. Volver a Europa y volver por la puerta grande y con un equipo con el que, más que nunca, la afición se siente identificada. Tendrá que pasar todo el verano para que el Celta nos vuelva a dar "desa morte", algunos ya lo echan de menos.