Los gallegos son los que peor perciben su estado de salud
Solo seis de cada diez consideran que es buena. Los expertos avisan de los efectos que tiene la precaeriedad del personal sanitario
Susana Aldecoa: "Tener 15 años al mismo médico de familia reduce la mortalidad un 25%. No lo consigue ningún medicamento"
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Santiago de Compostela
Los gallegos son los ciudadanos de España que peor percepción tienen de su estado de salud. Solo un 60% considera que es buena, un porcentaje que baja en el caso de las mujeres.
Son datos que ha hecho públicos el Instituto Nacional de Estadística, que indican que la mitad de las gallegas cree que no goza de un buen estado de salud y que tiene más cifras preocupantes: siete de cada diez gallegos dicen que conviven con una dolencia crónica, como puede ser el colesterol alto o un dolor lumbar permanente.
Y también se pone el foco en la salud mental: el 13% de los encuestados afirman que padecieron depresión a lo largo del último año, con mayor incidencia en las mujeres, donde el porcentaje es cuatro puntos superior. Además, dos de cada diez mujeres sostienen que padecen ansiedad crónica.
Los gallegos son los que más acusados al médico. Un 32% acudió a consulta de pediatría o de medicina general en el último mes.
Diferencias entre el campo y la ciudad
En La Ventana de Galicia, la vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Comunitaria y de Familia, Susana Aldecoa, comentó que la percepción no se traduce necesariamente en peor salud.
Destaca la incidencia de las enfermedades mentales y el envejecimiento de la población como factores que sí que inciden en una peor salud. Y diferencia la calidad de vida en el rural y en un entorno urbano. Así, sostiene que en la ciudad se dan más casos de ansiedad, mientras que en el campo hay un mayor bienestar.
El peligro de la falta de profesionales
Otro de los asuntos sobre los que puso el foco Aldecoa es la precariedad del personal sanitario. Así, indicó que la falta de estabilidad y los cambios permanentes en los médicos de cabecera sí que tienen consecuencias.
No en vano, se apoyó en estudios que demuestran que con el mismo médico durante 15 años se reduce un 25% la tasa de mortalidad, "algo que no logra ningún medicamento".
También incidió en la escasez de profesionales. En este sentido, afirmó que las medidas que están tomando las administraciones son insuficientes.
