Anemoia: la nostalgia de lo que nunca vivimos, un fenómeno que fascina a la generación Z
Dark Fantasy, Frutiger Aero y la estética de un pasado y un futuro imaginado reviven con fuerza en redes sociales, videojuegos y moda.

Generación Z para Boomers: Anemoia
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A Coruña
En la edición Generación Z para Boomers, el colaborador Carlos Maceiras introdujo un concepto tan poético como revelador: anemoia, la nostalgia por una vida no vivida. Un sentimiento que, lejos de ser extraño, se ha convertido en un motor estético y emocional para millones de jóvenes de la generación Z, que exploran pasados que no conocieron y futuros que nunca llegaron.
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¿Qué es la anemoia?
El término anemoia define esa melancolía por épocas que no vivimos, pero que sentimos como propias gracias a la cultura popular, el cine, la música y los videojuegos. No se trata solo de recordar, sino de imaginar lo que pudo haber sido. En un mundo hiperconectado y acelerado, esta forma de nostalgia actúa como refugio emocional y creativo.
Dark Fantasy: lo gótico se vuelve estética viral
Uno de los estilos que mejor representa esta nostalgia imaginada es el Dark Fantasy. Se inspira en mundos decadentes, góticos y fantásticos, muy alejados de la fantasía luminosa de El Hobbit o Narnia. Esta estética, muy presente en TikTok, Tumblr y otras plataformas, bebe de las carátulas de videojuegos de los años 80, donde la creatividad desbordaba los límites técnicos.
Colores saturados, criaturas infernales, composiciones caóticas y texturas granuladas son hoy parte de un imaginario que encanta por su imperfección. Juegos como Bloodborne o el manga Berserk son referentes recurrentes. Incluso las portadas que antaño buscaban impresionar más que representar, hoy marcan tendencia.
Frutiger Aero: la utopía del futuro que no llegó
En el lado opuesto, aparece otra estética igualmente nostálgica: Frutiger Aero, un homenaje al diseño digital de los años 2000. El nombre mezcla la tipografía Frutiger —símbolo de modernidad y limpieza— con el estilo visual Aero de Windows Vista y XP, caracterizado por transparencias, reflejos y formas redondeadas.
Este universo visual imaginaba un futuro ecológico, amable y tecnológicamente limpio. Fondos verdes, burbujas flotantes y botones en 3D daban forma a un mundo digital que ahora parece ingenuo... y deseable. La estética Frutiger Aero resurge hoy en redes y eventos de moda como Jaquemus, donde se recuperan viejos móviles o se fotografían colecciones con un iPhone 4 para reforzar ese aire retro-futurista.
El auge del low-tech como objeto de deseo
Este fenómeno no es solo digital. El resurgir de tecnologías “obsoletas” como los MP3, las Nintendo DS, las cámaras digitales antiguas o incluso los móviles Sony Ericsson ha inundado los mercados de segunda mano. No se trata de funcionalidad, sino de emoción: usar un dispositivo dedicado solo a música, sin notificaciones ni distracciones, se ha convertido en un acto de resistencia estética y emocional.
¿Por qué nos emociona tanto lo que no vivimos?
Como decía Joaquín Sabina, "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió". La anemoia está íntimamente ligada al FOMO (Fear Of Missing Out), el miedo a habernos perdido algo. Muchos jóvenes que crecieron viendo Stranger Things sintieron envidia por los años 80, aunque no los vivieran. Esa envidia melancólica se transforma hoy en arte, moda y cultura visual.
Maceiras reflexionaba en antena: “Cuando seamos mayores, también nosotros recordaremos con nostalgia estos tiempos sin hologramas, en los que hacíamos trabajos del cole en el P3”. Y es que, al final, toda generación idealiza un pasado —real o imaginado— como forma de comprender su presente.




