El Concello de Santiago acelera el nuevo contrato del autobús: más control y subida de precios

El gobierno local de Santiago de Compostela avanza en el nuevo contrato del transporte y espera tenerlo listo antes de que acabe la legislatura, aunque no tienen garantías de que pueda ser posible. Tanto la alcaldesa, Goretti Sanmartín, como el concelleiro de Mobilidade, sostienen que es un "contrato complejo" y que puede presentar "complicaciones".

La principal novedad es que el Concello cambia el modo de diseñar este nuevo contrato. Se deja de lado el tradicional modelo concesional y se apuesta por el contrato de servicios. ¿Cuál es la diferencia? De este modo, el gobierno local se reserva un mayor control sobre la prestación del servicio.

Tal y como explicó Duro, "en la concesión lo dejas todo en manos de la empresa, que se mueve dentro de unos marcos", mientras que en el caso del contrato de servicios, "el Concello lo define todo y lo puede modificar". Por lo tanto, los sucesivos gobiernos tendrán más control y podrán adaptarlo a las necesidades cambiantes de Santiago.

Será un contrato de 13 años, con una base de licitación de 137 millones de euros. Para el Concello será más costoso y en los pliegos se va a recoger una pequeña subida de las tarifas: el billete ordinario pasará a costar 1,40 euros, mientras que el bonificado (sin tener en cuenta los descuentos actuales puestos en marcha por el Gobierno) subirá hasta los 0,63, tres céntimos más que en la actualidad.

Habrá más frecuencias, se reforzará el transporte nocturno y las conexiones con el rural y con una flota renovada. De hecho, la empresa adjudicataria tendrá tres meses de margen para cambiar todos los autobuses, y doce para cambiarlos por coches nuevos. Además, el derecho puede hacer todas las modificaciones que considere precisas.