¿Qué es un perro? El lobo domesticado que vino a querernos
En A Coruña hay más de 30.000 perros registrados. Conviven con nosotros en las calles, en los hogares, en los parques. Pero… ¿alguna vez nos hemos parado a preguntarnos de verdad qué es un perro?

A cara de perro: ¿Qué es un perro?
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
A Coruña
El perro doméstico, Canis lupus familiaris, es una subespecie del lobo. Tiene un gran cráneo, un cerebro desarrollado y una capacidad asombrosa para resolver problemas y adaptarse al medio. Pero, a diferencia del lobo, el perro desarrolló una estrategia muy particular para sobrevivir: parecer un cachorro toda su vida.
Este fenómeno se llama neotenia. Gracias a él, los perros mantienen durante toda su existencia ciertos rasgos físicos y conductuales típicos de los cachorros: ojos grandes, orejas caídas, vocalizaciones dulces, conductas juguetonas… Y esa carita que nos derrite. Una estrategia biológica magistral para despertar en los humanos su instinto de cuidado.
¿Nos quieren o solo quieren comida?
Existe el debate: ¿los perros nos quieren realmente o solo buscan comida? La respuesta, según la experiencia de quienes conviven con ellos, es clara: sí nos quieren. El contacto humano, la compañía, la seguridad y el afecto son factores fundamentales para un perro.
Aunque su instinto les permite sobrevivir comiendo desde carne putrefacta hasta desechos, los perros han decidido vivir a nuestro lado. Y muchos humanos han decidido compartir su vida con ellos. En algunos casos, incluso en lugar de tener hijos.
El vínculo emocional con los humanos
Los perros han encontrado en nosotros un refugio. Pero también nos han regalado algo a cambio: amor incondicional. No necesitan que les hablemos su idioma: basta una mirada, una caricia, una presencia. Nos lamen no para pedir comida, sino para decirnos “aquí estoy contigo”.
Este vínculo es tan profundo que muchas personas ya no se refieren a sus perros como “mascotas”. Prefieren hablar de compañeros, incluso de familia. Hay quien los llama perrijos, aunque este término aún genera debate.
¿Estamos cuidando bien de nuestros perros?
Cuidar bien a un perro no es solo llevarlo a la peluquería o comprarle una cama bonita. Es mucho más. Es permitirle socializar, relacionarse con otros congéneres, oler el mundo, explorar, vivir.
Los perros necesitan espacios para correr, para jugar, para ser perros. Por eso, es fundamental que las ciudades —y también la política local— adapten sus servicios a una realidad evidente: los perros han venido para quedarse. A Coruña, con más de 30.000 perros censados, necesita más áreas caninas y zonas de esparcimiento.
Más que una tendencia, una realidad social
Hoy muchas personas viven solas. O en pareja sin hijos. Y optan por compartir su vida con un perro. Es una decisión válida, emocionalmente poderosa y cada vez más común. No es una moda: es una transformación social.
Los perros no solo nos dan cariño. Nos ayudan a vivir mejor. Nos obligan a salir de casa, a movernos, a observar el mundo con otros ojos. A veces, incluso, a hacernos grandes preguntas existenciales: “¿Qué es un perro?”, “¿Por qué me quiere sin pedirme nada?”, “¿Qué es el amor si no esto?”.
Un lobo que nos recuerda lo esencial
El perro es un lobo que eligió caminar con nosotros. Y al hacerlo, nos recuerda cosas fundamentales: el valor de la ternura, la necesidad de compañía, la importancia del juego. En un mundo acelerado, los perros nos enseñan a vivir más despacio y con más amor.




