¿Por qué A Coruña se libra de las olas de calor?
Mientras Ourense o Pontevedra superan los 30 grados, A Coruña mantiene temperaturas suaves gracias a un aliado clave: el viento del nordeste

¿Por qué A Coruña se libra de las olas de calor?
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A Coruña
A Coruña vuelve a esquivar una ola de calor. Mientras en otras zonas de Galicia los termómetros superan los 30 grados, en la ciudad herculina el mercurio se queda en valores mucho más moderados. ¿Por qué? La clave está en el viento del nordeste que llega desde el mar.
Según explicó Juan Taboada, coordinador de MeteoGalicia, en una entrevista radiofónica, “el viento roza con la superficie del mar y se enfría”, lo que provoca que las temperaturas en A Coruña y en el norte de Lugo sean mucho más suaves que en el resto de la comunidad.
Un escudo natural contra el calor
La masa de aire cálido que afecta a la península procede del norte de África y sube hacia el centro y el sur de Galicia. Sin embargo, en la franja atlántica, el viento del nordeste actúa como un escudo natural. Ese flujo de aire, impulsado por un anticiclón al norte, refresca la costa al entrar en contacto con un mar que todavía está frío en esta época del año.
“Ese efecto suavizador hace que en zonas como A Coruña no se superen los 23 o 24 grados, incluso en días de calor intenso en otras provincias”, apuntó Taboada.
La diferencia entre costa e interior
La diferencia térmica entre las zonas costeras y el interior gallego es especialmente notable en jornadas como esta. Mientras A Coruña registra temperaturas muy agradables para el mes de junio, localidades como Vilanova de Arousa o As Neves ya alcanzaban los 30 grados a media mañana. Ourense, por su parte, rondaba los 28 grados y se espera que continúe subiendo hasta alcanzar sus máximas a última hora de la tarde.
“En el interior, donde no existe el efecto del mar, las temperaturas siguen subiendo varias horas más”, explicó el meteorólogo. En cambio, en zonas como A Coruña, el pico de temperatura suele alcanzarse antes, en torno a las dos de la tarde.
Brisas que moderan el clima
Además del viento del nordeste, en otras áreas costeras como las Rías Baixas también se activa un fenómeno similar: las brisas marinas. Estas corrientes refrescan el ambiente y estabilizan las temperaturas máximas. “El aire cálido tiende a subir y es sustituido por aire más fresco que viene del mar”, señaló Taboada.
Así, tanto el nordeste como las brisas costeras actúan como aliados naturales para evitar temperaturas extremas, haciendo de A Coruña un enclave privilegiado en verano frente a las olas de calor.
Un verano más llevadero
Todo apunta a que A Coruña seguirá disfrutando de un verano más llevadero que otras partes de Galicia. La combinación del mar frío, los vientos del nordeste y las brisas costeras contribuye a mantener un clima templado, ideal para residentes y visitantes.
Mientras el interior gallego se prepara para soportar el calor, A Coruña sigue siendo, un año más, un oasis climático frente a las olas de calor.