Condenado el exnovio de Nerea Añel por agredirla

Nerea Añel fue víctima de dos agresiones físicas por parte de su novio, una de ellas apenas quince días antes de morir. Así lo ha dictaminado la magistrada del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense, que ha condenado a Julio González Sierra a 80 días de trabajos en beneficio de la comunidad como autor de dos delitos de lesiones hacia la joven, que tenía 26 años. A pesar de que la madre de la víctima, personada como acusación particular, pedía una severa pena de cárcel por considerar que el investigado había sometido a la joven a una situación de maltrato habitual, la togada no ve acreditado que entre ambos hubiera «una atmósfera irrespirable o un clima sistemático de maltrato». El agresor solo irá a la cárcel en caso de no querer realizar la labor comunitaria y, en ese caso, el tiempo de reclusión sería de un año. El fallo también contempla que se le prohíba al condenado portar armas durante veinticuatro meses y que indemnice a la progenitora con 500 euros por los daños morales.

Eso sí, sobre este mismo investigado recae una pena de privación de libertad mucho mayor, pendiente de confirmación por parte del TSXG, por la muerte de la joven. La Audiencia Provincial de Ourense le impuso diez años de cárcel por el delito de homicidio por omisión.

Las agresiones que sufrió antes de este triste final se conocieron durante la instrucción del caso, a lo largo del año 2022. Varios testigos que acudieron al juzgado para declarar explicaron que habían visto a Julio golpear a Nerea en más de una ocasión y mientras ambos se encontraban en el barrio de Covadonga de Ourense, que frecuentaban por su condición de drogodependientes. Esos mismos testigos, uno de los cuales tuvo que ir al juicio por este asunto detenido, ratificaron el pasado mes de febrero en la sala de vistas del Juzgado Penal 1 lo que vieron entonces y su declaración ha sido clave para la magistrada.

Así, queda probado un primer episodio ocurrido a principios del año 2020. Durante una discusión en el rellano de la escalera de un edificio, Julio le dio a Nerea «una fuerte bofetada en la cara». Poco después de aquello, en concreto quince días antes de la muerte de la mujer, volvió a repetirse otra agresión. Esta vez los testigos presenciales acreditaron un cabezazo propinado por el acusado a su novia, de tal fuerza que provocó que ella cayese al suelo.

Durante el juicio el acusado negó los cargos, aunque sí reconoció que tenía una relación de pareja con la víctima que había comenzado en el mes de noviembre del 2019, cuando él salió de la cárcel. Explicó que ambos se llevaban bien, sin encontrar más explicación para las acusaciones que la del deseo de los testigos de convertirlo en un «cabeza de turco». La magistrada, sin embargo, ve persistentes estas acusaciones y las considera fiables, ya que también se vertieron durante el primer juicio contra Julio por homicidio e incluso quedaron reflejadas en la resolución.

Eso sí, esta sentencia no es firme y contra ella cabe presentar recurso ante la Audiencia Provincial de Ourense. Llega, eso sí, cuando las partes están pendientes de lo que dictamine el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que hace poco más de una semana celebró la vista de apelación por la muerte de Nerea. Tanto la Fiscalía como la madre de Nerea, que lleva años buscando justicia para su hija, pidieron al alto tribunal gallego que confirmase la resolución de diez años de cárcel, pero la defensa aspira a la libre absolución. Julio nunca ha reconocido los hechos y sigue manteniendo que él y Nerea se despidieron cuando vieron acercarse un coche de la Guardia Civil. «Nos dimos un beso y quedamos en vernos al día siguiente», declaró.