Algo-speak: el lenguaje secreto de la Gen Z para esquivar la censura en redes sociales

A Coruña

Carlos Maceiras nos introduce en 'Generación Z para Boomers' un concepto que muchos aún desconocen: el algo-speak. Un término que combina algoritmo (algo) y hablar (speak) y que define cómo millones de usuarios adaptan su lenguaje para burlar la censura automática de plataformas como TikTok, YouTube o Instagram.

¿Qué es el algo-speak?

El algo-speak es un fenómeno reciente, nacido de la necesidad de comunicarse libremente en redes sociales sin ser penalizado por los algoritmos de control de contenido. La idea es sencilla: los algoritmos no entienden bien el contexto de las palabras, así que los usuarios modifican términos sensibles para evitar bloqueos o reducciones de visibilidad (shadowbanning).

Cómo funciona la censura automática

Las plataformas buscan mantener un entorno “seguro” y “blanco” para que la publicidad de las marcas no aparezca junto a temas delicados como suicidio, drogas, violencia o sexo. El problema surge cuando esta censura automatizada impide tratar cuestiones importantes de forma abierta y seria.

Por ejemplo, en TikTok, palabras como suicidio se reemplazan por términos como an-alive (desvivirse) para evitar que el vídeo sea ocultado. Lo mismo ocurre con sexo, que se convierte en S3X0, o pornografía, que pasa a decirse no-por. Incluso palabras tan inocentes como pene se sustituyen por nepe.

Del lenguaje virtual a la vida cotidiana

Lo curioso es que estos eufemismos, creados para esquivar la censura, terminan integrándose en el habla diaria de la Generación Z. Hoy es normal escuchar a jóvenes decir nepe o no-por en conversaciones informales, demostrando cómo la lógica de las redes moldea nuestra forma de expresarnos, incluso fuera de internet.

Un lenguaje para ganar al algoritmo

Las estrategias más comunes del algo-speak incluyen:

• Sustitución de letras por números o símbolos: Ejemplo clásico: S3X0.
• Cambio fonético: Decir nepe en lugar de pene.
• Palabras inventadas o adaptadas: Como an-alive para hablar de suicidio.

Estas técnicas permiten a los creadores de contenido abordar temas delicados sin que el algoritmo bloquee o limite la difusión de sus publicaciones.

¿Estamos perdiendo libertad de expresión?

Más allá de la creatividad que despierta el algo-speak, Carlos Maceiras plantea una reflexión clave: ¿son realmente libres las redes sociales? La presión por mantener un contenido “apto para todos” y rentable para la publicidad ha llevado a muchos a autocensurarse y a disfrazar palabras importantes.

Esta tendencia no solo afecta a la difusión de temas serios, sino también a la creatividad y a la capacidad de hacer humor sin miedo a ser penalizado. Un simple ejemplo: un vídeo hablando de helado azul fue censurado por “incitación a la violencia” solo porque el algoritmo interpretó mal una escena cómica.

El negocio detrás de la censura

El control de contenido se endureció especialmente a partir de 2017, cuando grandes marcas empezaron a invertir masivamente en publicidad en plataformas como YouTube. Ningún anunciante quiere ver su marca vinculada a temas controvertidos, así que la respuesta de las plataformas ha sido endurecer la moderación automática.

El algo-speak es la respuesta creativa de la Gen Z a un entorno digital cada vez más vigilado y limitado. Es la neolengua del siglo XXI: no impuesta por un gobierno totalitario, como en 1984 de George Orwell, sino nacida de la propia comunidad para esquivar un sistema que censura sin contexto.

¿Estamos sacrificando libertad de expresión en nombre de la “seguridad” y la “monetización”? Esa es la gran pregunta que nos deja Carlos Maceiras esta semana.